diciembre 27, 2018

Magallanes

Hay un cementerio de abejas allá en mi tierra, en Patagonia, y vuelven con su miel a cuestas a morir de tanta dulzura.

Es una región tempestuosa curvada como una ballesta, con un permanente arcoiris como la cola de un faisán: rugen los saltos de los ríos, salta la espuma como liebre, restalla el viento y se dilata por la soledad circundante: es un círculo en la pradera con la boca llena de nieve y la barriga colorada. 

Allí llegan una por una, un millón de abejas hasta que la tierra se llena de grandes montes amarillos. 

No puedo olvidar su fragancia

Abejas (II) V - Fin de Mundo. Pablo Neruda 1968-69

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