enero 01, 2017

El día después del 2016

Y aguardaban, allí presentes, cada uno con su secreta tortura y unidos por el nacimiento y desarrollo de sus mutuos percances, que yo los introdujera en el mundo del arte, haciendo de ellos, de sus pasiones y de sus casos una novela, un drama o, por lo menos, un relato.

Habían nacido vivos y querían vivir.

Luigi Pirandelo - Seis Personajes en busca de un autor (1921)

Tengo una hipotesis sobre el mortifero 2016: No es que sea un año en que muere particularmente más personas famosas o conocidas, solo es es la misma proporción de cualquier otro año, pero en un mundo hipermediatizado, intelectualizado y sobrepoblado, nosotros lo percibimos más. Además, el envejecimiento de la población hiperconectada, realza el sentido de urgencia de un proceso natural, como es la muerte. (Sin contar, que en la cultura occidental-global la muerte es un tema negativo, terrible y siniestro, socialmente hablandi) Estos elementos nos hacen sufrir más culturalmente la muerte de grandes, famosos y artistas. El 2016 no es el primer año donde la globalización se hace carne en los medios, pero si el primero en que se estabilizan procesos de comunicación multimedial de escala global. El meme de los muertos (que en Mayo se saturo). La cultura global, hedionista e instantanea es alcanzada por sus propios muertos, esos que nos duelen y quedamos D=!

La muerte es inevitable. Pero aún así hay quienes seguimos. Hay que pensar que la persona más vieja hoy en el planeta coexiste, en este instante, con un conjunto de personas completamente diferente de con quienes nació. El tiempo es un paso irremediable, dimensionalmente hablando, pues no podemos ir si no siempre adelante, con él.

2016 para mi fue un año que paso a un ritmo extraño y mi única forma de resumirlo es "WTF I'm doing now!". Pues comence el año con un montón de proyectos e ideas, pero fui más bien saltando de rama en rama hasta terminarlo. Y lo que si, fue un año en que el hacer estuvo por sobre el pensar, algo que quiero invertir durante este 2017. Quiero hacerme los tiempos para escribir, leer, pensar, reflexionar, diseñar y elucubrar. Y esto implicará sacrificios, mayormente sociales.

En terminos laborales el 2016 hice varios proyectos. Dicte 2 cursos en verano, 4 en otoño, 4 en primavera y 2 MOOC. Nunca me había imaginado produciendo un MOOC. Creo que todos son muy mejorables, pero al final, logre formar varias cosas. Los equipos de trabajos, nuevos y antiguos, fueron claves, así como la confianza y capacidad de compartir de todos y todas con quienes desarrolle cursos este año. También trabaje en otros tres proyectos: uno de aprendizaje y servicio, uno de ciencia ciudadana y otro de televisión, cada cual con desafíos, aprendizajes y grandes momentos y los cuales seguirán por al menos un par de meses más. Esto me llevo a ordenar mis desastrosas finanzas (y también gracias a la herencia de mi mamá - lease la plata de la AFP) pero no permitío ahorrar. Pero estamos mejor de como partimos.

En terminos de investigación publique mi primer paper con revisión por pares, y estoy trabajando en muchos más. Mi desorden ha sido mi gran karma al respecto, pero el foco antes de partir es ir terminando y revisando artículos y mandandolos a revistas de diversas categorías. Trabajar dirigiendo un grupo interdisciplinar de investigación y docencia ha sido parte de este año. Además, crear dos grupos de estudios con colegas. Ha sido un año para sentirme verdaderamente académico y no solo un intento de... Participe de dos hackatones, una de ellas internacional. Fui a 5 congresos, organice uno junto a Gloria y Juan Felipe, conocí un poco de España e Italia, donde pude ver gracias a esto una gran obra. Los viajes fueron parte importante de mi 2016, y todo esto gracias a mis ganas de seguir trabajando en algo que hasta hace un año parecia ser incapaz de dar para alimentarme.

En terminos políticos fundar Desafíos del Conocimiento con otros compañeros y compañeras de Revolución Democrática es uno de los puntos altos del año. Crear una cooperativa, preparar proyectos y moverme entre muchas reuniones. Tengo demasiados mails pendientes, de personas interesantes, de gente apasionante y de ideas inconclusas. Fui presidente de mi comunidad de vecinos hasta septiembre y dirigí una tesis. Las responsabilidades con otros nos hacen postergar nuestras responsabilidades con nosotros mismos. He aquí el principal argumento de mi busqueda propia.

En terminos amorosos, con Matías creo que la relación creció. Hay más confianza, hay más cariño, pero también hay más kilos sobre mi cuerpo. Cultivarme a mi mismo y no solo a mi entorno es un desafío de 2017, porque por más que tenga 28, debo ocuparme más de lo que como, duermo, leo y entreno. A diferencia de otros años, deje mi música en mi facebook, porque no tengo Spotify, me cerraron Grooveshark (T_T) y me da pajita tener otra plataforma solo para música. Disminuir la entropía de mis ideas, para potenciarlas es también ordenar mis propias redes. Si quiere saber lo que escuche, entrando a facebook busque el hashtag #MarCNsounds.



Ahora, estoy postulando a 6 programas de doctorado. Mis papeles ya fueron enviados y me siguen faltando correos por enviar sobre conversaciones con académicos. Este mes tendré nuevamente el congreso nacional de CTS y dictaré dos cursos: uno para profesores y otro para secundarios. Luego, no se mucho de lo que vendrá, pero si todo sale bien, en algún punto vendrá Estados Unidos. Este año me convertiré en migrante por motivos académicos y tendré una temporada extensa sin Matías. Debo preparar mi espíritu para esto. Porque vivimos mientras no ocurra lo inevitable, el resto es callar y bailar.

La meta del 2017, más que un listado enorme con en otros años, es cumplir conmigo mismo, con el profesional que espero proyectar, con el amante que quiero sentir, con el profesor que quiero compartir, con el colega que deba trabajar, con el amigo que quiero ser leal, con el marciano que quiero ser... y el que quiero que recuerden cuando ya no este, sea cuando sea. Vivir fuerte es la mejor manera de vivir antes de la muerte. Quizás esa es una lección que nos deja este 2016, que debemos vivir fuerte mientras nos toca estar en la obra que es el vivir.


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