mayo 31, 2015

¿Desde cuando me han gustado los hombres?

Cuando tenía 4 años recuerdo un viejo televisor rojo que estaba puesto en una repisa al centro de la habitación que compartía con mi mamá. Francisco aún no nacía y yo recién entraba al colegio. Veía peliculas y series viejas que en la televisión mostraban en las tardes. Como "Cine en el 13" y esas cosas... Recuerdo que yo me colocaba horizontalmente, primero oscilando en posición "caballito" y luego me estiraba, hasta que lo veía... veía yo en pantalla a algún heroe, masculino y poderoso derrotar a los malos, tener una gran pelea y salir siempre victorioso. <Yo quiero ser como él> y ahí comenzó todo.

Ya cuando estaba en la básica en el colegio nunca me gusto jugar fútbol. No me gustaban las cosas rudas, prefería los libros a los autos, ciencia a educación física. Todo puede parecer muy estereotípico, pero tiene que ser algo que le pase al menos a alguien para que sea estereotípico. Tenía siempre esa sensación de ser diferente... y mis compañeros me lo hacían sentir, pero con bromas respecto a mi carácter, más que a mis gustos...por un tiempo. Luego de eso pase a tener el apodo de "Martín gay" y "Comecaca". Dos narraciones por las cuales aprendí dos cosas i) Lo que dice la gente no tiene valor a menos que tú se lo des ii) En la sociedad nadie sabe realmente quien eres, por lo que siempre serás la imagen que proyectas a las personas de quien eres. Un ejemplo claro: Qué público toda mi vida, pero solo narro algunos breves y escasos momentos de ella son los que en verdad comparto, selectivamente. Entonces a eso de los 8 años y luego de correr sin pantalones en el colegio en un ataque de libertad máxima, que hay cosas que a ciertas personas no les gusta escuchar. 

Tuve por suerte un curso que con el tiempo aprendio a compartirme cariño, y yo a ellos. Uno no siempre es feliz con su curso del colegio, pero lo cierto es que a pesar de ser personas muy distintas en gustos, intereses y cualidades, hay experiencias que siempre quedan y te hacen valorar esa infancia que compartiste con ellos y ellas. Como olvidar cuando estabamos en 6° y todas nuestras compañeras llegan mucho más mujeres, la pubertad había hecho de las suyas y mis compañeros y yo, cada cual más pastel en algún momento, hormonalmente sin entender nada. Mientras ellas ya se maquillaban y tenían revistas de bandas, nosotros jugando al Zoooo y continuando un desprecio infantil de genero. Eso fue cambiando durante ese año (2000) y el siguiente, en que de a poco fueron cayendo en relaciones escolares de pololos y pololas y se esperaba que a uno también le gustarán las compañeras ¿Como ocultar que tenías fantasías con el compañero nuevo varón y no con las niñas del curso? 

Creo que aquí el criarme en un colegio de Vitacura fue una desventaja. 

Muchos errores y tensiones emocionales pasaron en mi en 2001 y 2002. Simplemente me refugie en los estudios y en eso encontré seguridad y tranquilidad. Es interesante ver como uno se refugia en el conocimiento cuando emocionalmente no la pasa bien. Esto demuestra la tesis de que  Jorge (ex-pareja de mi mamá) no tiene relación directa con mis gustos... (busque en las etiquetas del blog y entenderá todo mejor) 

Ya en la media el tema de la sexualidad se da como algo asumido. Mientras uno no diga nada ni ande con nadie las niñas más pequeñas lo ven a uno como un hombre grande e interesante. Muchas historias muy locas pasaron en mi vida por estos motivos y muchas anecdotas, buenas y malas, también. Simplemente suprimí lo que me gustaba y pasaba noches corriendome la paja imaginandome mis fetiches de convertirme en ese hombre viril, fuerte y grande que deseaba. 

Jugar rol me permitió empezar a entender mejor las cosas. Cuando en 2004 comencé a frecuentar la Universidad y mis amigos, en su mayoría góticos entrando a la Universidad me contaban sus historias empece recién a entender que es la sexualidad. Acompañarlos y escuchar sus historias y relatos hetero, bi, homo y trans fueron ciertamente experiencias y viviencias que hacen entender todo mucho mejor. Así y todo, nunca confesé este tema con mi mamá. Por otro motivo, ocultar mi vida afectiva-sexual a ella fue un acto en el que fui consecuente desde mis nueve años. Probablemente lo sospecho cuando me encontraba viendo a algún vecino o abría la puerta y veía sábanas moverse y esbozos de dibujos que yo me imaginaba... pero nunca tuve "LA" conversación con ella. Y creo que fue bueno.

Mi historia del primer beso fue con una chica, algo muy hot y muy intenso. Pero también, muy fugaz. Creo que la conté hace unos 220 post atrás. 

Ya en la U partí muy preocupado de mis estudios y no deje espacio ni tiempo para ver a los costados. Pero, aunque a veces pensé que me había gustado una compañera de la carrera y me confundía (haciendo varios alborotos) era tan solo una mala mezcla entre mucho cariño, presión social y mi obsesión-compulsión. Más de una vez me toco dar consejos amorosos a mis amigos, por problemas del corazón, o incluso también a amigos y amigas que dirían en sus entornos sobre sus gustos sexuales a sus familias. Recuerdo la conversación con Tommy al respecto, camino a mi casa, entre él con una crisis vocacional y una confesión post-mochileo. Siempre me sentí muy patuo con esto, pero actuaba con "tranquilidad y sensualidad", haciendo como que esto era un tema resuelto en mi vida. 

Pero luego de que mi mamá falleciera, me encontré en ese espacio lindo y tierno que en nadie te pregunta ¿Quién te gusta? y me sentí en el momento de salir a explorar un mundo en el que aún me siento extraño, con 21 años cumplidos. Primero me encontré con E en el camino. Un nadador de voz muy profunda, escenas románticas cinematrográficas y mucha experiencia. Con el que tuve citas muy hermosas y momentos muy intensos por un mes. Nadie nunca se entero de E hasta dos años después de que dejamos de vernos, simplemente, porque ambos estabamos demasiado ocupados para querer compatibilizar nuestras vidas en ese momento. Fue tan veloz, que me demore 4 años en saber bien que ocurrió. 

En 2011 conocí a la Cota, una mujer adictiva por su intensidad. Bisexual y tremendamente inteligente me hizo darme cuenta que no tengo que dar cuenta de mi sexualidad a nadie, por nada. Ese fue el momento que empece a disipar ese halo de duda, que tiene Steve Bowie aún, sobre mi propia sexualidad, tanto en otros como en mi. Decir, muy lentamente, que me gustaban niñas y niños. Luego más niños que niñas. Finalmente, confesar que me calientan y gustan los hombres y no las mujeres. Algo que demoro poco más de 3 años, pero dado que esto comenzó a los 4 años ¡Qué más da hacer esperar 3 años más!

Después pasaron algunas historias de una noche, otras de un poco más. Siempre yo leyendo pésimo las señales y sin entender bien que quería el otro. Y eso es clave, entender que ambos quieren algo, pero no siempre es lo mismo. 

En 2013 conocí por twitter a F. Mis amigos más cercano conocen bien está historia y varios no tan cercanos conocen a la persona. Fue como un amor quinciañero, ese bien intenso y lindo, pero bien violento y venenoso. No le hacía bien a ninguno. Fue como si un extraño embrujo nos atrajiera y repeliera con un mes. Mentí para salirme de ese flujo, pero fue una mentira bien usada, según yo. No puedes dejar espacio para volver con un no-ex.

Y en 2014 tuve muchas citas en dos meses, justo después de terminar la pega de sustentabilidad tuve 38 citas... con 38 hombres que me habían dejado ventanas abiertas desde 2007 hasta pocas semanas antes. No todas son citas en que termino como Barney Stinson en la cama, pero algunas si lo fueron (quizás, las mejores). Entre esto, yo en mi actitud de cazador elegía con quien salir y a donde. Hasta que el 38 fue un bailarín muy hábil que había conocido en 2011, un día que me disfrace de superheroe y corrí más rápido que la luz por 1800 horas por la Educación Pública. En ese año él me saco una foto con una de sus compañeras. Mi trasero en mallas rojas era muy llamativo para muchas chicas... y para el también. Nos agregamosa facebook pero cuando me invito una cerveza, yo decline. Quizás por eso me demoré 3 años en volver a verle y aparecer, como suelo hacerlo, de improvisto en su día de titulación. Volviendo a 2014, el me llamo dentro de la semana para volver a quedar. Sería mi primera cita en repetir de los 38. Me dije ¿Porqué no?... y así fue hasta que de tanto recorrer Santiago entre baile y baile, Felipe a las 4 a.m nos pregunto:

- Siempre vienen juntos a mis fiestas ¿Están juntos?
- (Ambos) No
- Pero (con mirada suspicaz) ¿Se gustán?
- (Ambos, esquivando las miradas) Ehhhh...bueno, si
- ¿Entonces, porqué no pololean?

A la mañana siguiente me di cuenta que estaba pololeando con Matías :3

Ahora llevo 9 meses y medio en mi primera relación formal, con un hermoso covalente compartiendo mi vida y su vida. Matías es justo, directo, es alegre y suave. Uno nunca cree que se va a enamorar hasta que lo hace. Ha sido quizás todo muy adulto y rápido con Matí, pero me tiene feliz. Espero siga así y eso depende de los dos. Trato de ser un buen pololo, pero no estoy seguro de ello. Hay cosas en que no soy tan bueno como resolviendo problemas de química o haciendo clases en la relación, pero me esfuerzo. Hemos estado viviendo aventuras y grandes desafíos estos 9 meses he dejado de contar algunas de mis historias por aquí. Porque las historias con Matías son tantas y tan dinámicas, que no me detengo suficiente a reflexionar(me/nos) y compartir(me/nos) en un texto. 

Y está es la historia de desde cuando me han gustado los hombres. 



2 comentarios:

  1. Sin duda el relato más autentico y sincero de un hombre realmente maravilloso, así como también dulce y agraz en su esencia. Un abrazo mi querido Martín.

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  2. Anónimo13.12.15

    Estaba buscando información sobre la conformación de la ciudad bajo estándares internacionales, facilitándome una lectura a partir de las relaciones internacionales; cuando encontré una palabra Biotopo, en lo personal, yo no sabia que significaba, entonces la busqué en Google y me aparecieron respuestas a partir de diferentes blog que propagan conocimientos científicos y cosas. Fue sorpresivo ver "Biotopo del marciano" tal que me puse a leer tus posts, me parecieron entretenidísimos y este fue el que más me gustó, por eso lo comento. Buena historia, muchacho. :)

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el constructivismo utópico, la épica delirante

 Porque dejar que las cosas buenas se vayan. O quizás, es tiempo de regresar al texto. 

Hackear el marciano

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