febrero 21, 2011

Sangre

Hace un año y un día escribi "Lo casual del Rojo" sin sospechar que al año siguiente no tendría un muerto en mi pasado, si no dos: Mi abuela y mi mamá. Planifique mi semana en torno al Domingo, a evitar el cementerio en Domingo, a no pensar, no recordar por que el dolor esta más latente hoy a catorce años que a los trece de 366 días atras. Cosas del destino.



El viernes, mientras escuchaba "King of Lambs" de Radiohead en la practica vi un mensaje en Twitter de Laura, solicitando dadores de sangre  O Rh negativo para un familiar de Italo. Coloque RT y mande un mail diciendole que podía donar. Me llego la respuesta un par de horas después. Me fui a Rancagua sabiendo que no podría practicar esgrima el sábado por estar donando 450 ml de sangre, 450 ml de licor vital.

Y fui con la Cata, me junte con ella y caminamos al Hospital San José. Cuando estabamos en Valdivieso con Recoleta propuso ir por dentro del cementerio. Le pedi que no. Fuimos por la curva exterior de Zañartu, que llega al San José. Entre con un jugo de Naranja en la mano y fui hasta el banco de sangre. A parte de una presión diastolica baja en un comienzo todo bien, como esperaba. Me sacaron sangre más rápido que nunca. 5 minutos y todo fuera lo que me mareo momentaneamente. Espere estar completamente bien para partir, eso fueron 5 minutos más y unos comentarios sobre el uso en infantes de mi sangre. De seguro estarán oscilando después.

Con el comprobante en mano fui a dejarlo a recepción, luego a la otra recepción y luego estaba con un pase a la cama 626 para dejarlo en la ficha de don Fredy Bugueño, el padre de Italo. En esos momentos ya me comenzaba a preguntar por que mierda dono sangre y me percate también que desde Junio del año pasado no entraba a un hospital público. Subo por el ascensor temiendo una baja de presión. Al llegar voy a dejar a la ficha, le pido consejo a una técnico del lugar y decido entrar. "Aislamiento de Contacto" decia en la entrada y pechará y guantes me hicieron ponerme. Recuerdo que lo mismo decía en el cuarto donde murio mi mamá. Nunca me pidieron ni a mi ni a nadie esas medidas; Quizás por eso murio. (lo que da igual, el porque. Esta muerta)

Le doy sopa a Don Fredy y me entero de lo que hace: Trabaja con camiones. Conversamos un poco de como se siente. Sonrio harto y le doy animo, le cuento que todo estará mejor con la interior e implicita melancolía de que mi mamá no mejoró nunca. No dudo que Don Fredy mejoré, pero fue un abatimiento interno el que me impidio imprimir la esperanza que deseaba en ese mensaje, es parte del proceso me dije luego. O quizas me falta sangre. Al llegar la señora de Don Fredy me largo, no quiero estorbar en el momento familiar. El drama es de la familia de Italo y ellos lo superarán luego de la operación que debe someterse Don Fredy. Mi drama familiar fue entre Marzo y Junio y he de superarlo algún día. Quizás nunca lo superaré y seré un melancolíco por siempre, como Patty con mi abuela.

Luego, de vuelta con la Cata que debió esperarme pacientemente unos 20 minutos salimos en destino al metro Cementerios. Me entero que pocos años antes habian perdido a su abuela los Vargas Palacios, 5 años atras. Luego le hago una breve alegoría sobre los muertos, cuando veo un funeral tras la puerta de la Paz con los pasos en la vereda al pasar. Me explayo sobre los muertos que cargamos de por vida, el peso de ellos y que ciertas fechas, como estas son las que nos ponen mal. Y que debo vivir con ellas y por eso quiero evitar el conmemorar.



Luego, en el metro, rumbo a Rondizzoni y con la Cata hablando, no la pesque. Miraba hacia afuera de la Linea dos, entre Santa Ana y Los Heroes y pensaba que la mitad de mi ADN es de origen de mi mamá. Y un cuarto de origen de mi abuela. Mi sangre, mi tipo de sangre es un conjunto poco probable de personas en la población chilena (y mundial) Mi sangre contiene hemoglobina que lleva la sangre a mis pulmones hechos a semejanza de los de ellas, mis proteínas y anticuerpos son parte de un proceso evolutico donde sus experiencias mantienen una vigencia insospechada en mi. Las gotas de mi sangre compartida llevarán proteínas y plasma hecho con la receta de mi abuela en los infantes que le coloquen y en el padre de Italo. Receta que se pasa de generación en generación. Receta que llevo conmigo en todo momento y llevaré hasta después de muerto.

Desde que me corte el pelo mis orejas salieron a relucir. Enormes y claras, buenas para escuchar a Caperucita.Mis orejas son iguales a las que tenía mi mamá. Irremediablemente me he acordado de eso y otras anecdotas, anecdotas de las que queria evitar, pero que por el Poder de Carlos Gardel o de Julio Iglesias enfrente con escenas de mi abuela y madre en la cabeza. Escenas que me hacen recordar lo que siento sobre la muerte y lo divino hoy.

Espero que las dos semanas vayan bien abuela

1 comentario:

  1. Agradezco no cargar con muertos que me causen dolor hoy, aunque en su tiempo sufrí y los lloré mucho, hoy los miro hasta con gratitud por lo que hicieron y no hicieron por mí con su muerte o incluso después de muertos. Sé que no es equivalente pero la muerte que me cae peor es la de mi gata menor porque pienso que quizás yo la maté o por mi descuido podría haber vivido más... el "quizás" todavía me pesa.

    Sobre la sangre no creo que done a menos que me vea obligada, después de un rato me da asco y soy tan imbécil que después de llenar 4 Vacutainers para mis exámenes de rutina salgo toda debilucha. Cuando sea valiente puede que lo intente.

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 Porque dejar que las cosas buenas se vayan. O quizás, es tiempo de regresar al texto. 

Hackear el marciano

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