"Ciudad es ante todo plaza, ágora, discusión, elocuencia. De hecho, no necesita tener casas,
la ciudad; las fachadas bastan. Las ciudades clásicas están basadas en un instinto
opuesto al doméstico. La gente construye la casa para vivir en ella y la gente funda la ciudad
para salir de la casa y encontrarse con otros que también han salido de la suya"
- José Ortega y Gasset
FAU está en un lugar privilegiado de la ciudad. A un costado del Parque San Borja (el que fue diseñado por sus mismos estudiantes en una época remota), las otrorás caballerizas que hoy albergan a quienes piensan la ciudad desde la geografía, el diseño y la arquitectura no siempre estuvo así. FAU es en la practica tres escuelas con un mismo enfoque: La ciudad. La más antigua es la Escuela de Arquitectura, que nace en la Facultad de Ingeniería durante fines del Siglo XIX. Nunca imagine que Fermín Vivaceta nunca se habría titulado de ahí (aunque su trabajo refleja la excelencia que le inculcaron sus maestros); La Escuela de Diseño recorrió muchos lugares e incluso fue tratada de llevarse al olvido (quizás por lo revolucionario de sus estudiantes o porque la dictadura no entendía el papel central del Diseño en la Economia que trataban de imponer). Finalmente Geografía brota como la Escuela más tradicional, pero a la vez más consciente en este lugar. Tres historias para un mismo concepto: Ciudad.
De mechón recuerdo que me gustaba recorrer FAU. Cada semana había algo distinto: Caballos por entre medio de las pircas, pinturas en miniatura en rincones escondidos, Gordas de Alambre, Telas que construyen superficies, Instalaciones en Madera con el fin de hacer muebles inteligentes. Fotografías de Cuerpo editadas o Mapas fielmente cartografiados. Siempre había alguna novedad que ver al caminar por FAU. Siempre que uno va, es como golpeteado por la creatividad, los colores y la naturaleza. Por una simbiosis suave y silenciosa que forman las personas con el espacio. FAU es donde reside la Tuna Universitaria, donde se realiza la queimada...
Mis amigos de FAU también tienen ese elemento simbiotico. Una interfase que transmite muchas cosas, ideas y por cierto, proyectos. Los habitantes de FAU nunca son personas rígidas, ni menos sin tema. Están siempre recorriendo los interticios entre más de una idea, sacando relaciones donde habitualmente no las hay y haciendo caminos. Esto último en muchos sentidos. Primero, haciendo caminos para redefinir las interfases de comunicación con la población, como uno de los proyectos de Gustavo (@gaptone); haciendo caminos para hacer una ciudad más cercana y ciudadana, a través de la política urbana como universitaria, como Pablo Valenzuela; transmitiendo el conocimiento, mientras anda con su camara, su mochila y cuatro ruedas y sin parar! sin parar! sin parar! como Francisco +Pancho RF; Creando maneras de integrar el diseño sustentable a la iluminación, como la guapisima y seca de Rebeca; Estableciendo nuevos modelos de aprendizaje de la Arquitectura Revolucionaria, como Miguel Angel. Construyendo Educación y Cocina popular como Karina. Mis amigos de FAU nunca paran de moverse.
Pero todo este movimiento a veces no trae puras cosas buenas. La comunidad estuvo largo tiempo retenida por una modernización poco moderna en su proceder y recientemente han resuelto todos los cabos sueltos de la Reestructuración. Recuerdo que siendo senador el decano Prat debió ir a dar cuenta de ella y sus avances. Me gusto la reconceptualización de FAU, que le da coherencia en un modelo concentrico donde la multiescalaridad es la clave. Eso si, la toma del 2011 dejo muchas heridas abiertas. Imborrable será la imagen de la FAU asediada un #4deAgosto, como también la oportunidad que carabineros disparaba pintura y empapo al Decano Prat. También lamentablemente sorprendente fue enterarse de la muerte de un decano en ejercicio. El Prof. Chesta fallecio pocos meses antes de terminar su periodo. No recuerdo a otros que les haya pasado eso en mis años de Universidad.
Incluso la pequeña torrecita siniestra frente a torre 15 tiene su magia. Esconde una biblioteca que fue crucial para poder aportar luego del Terremoto del 2010 (del Instituto de la Vivienda) y una fabulosa vista media del barrio, siendo el hospital y la PUC dos lugares que se ven geniales. Todo parece hecho con un misticismo extraño y fulguroso que, cuando uno es curioso, no para de sorprender. Y para quienes no creen en la magia, las pircas llevan años siendo un centro social de la Universidad los viernes xD!
Pero, la influencia de la FAU, como nodo neuralgico de Actividades Sociales, se ha revitalizado siendo una de las sedes de las Catedras Libres; En su historia está la Educación Popular, como la aún presente ENOC (Escuela Nocturna de Obreros de la Construcción) la cual durante décadas ha centrado la formación de mejores constructores. Su misma posición en la Ciudad de Santiago la privilegia. A pocas cuadras del centro, rodeada del Barrio San Borja (y lejos la facultad mejor integrada con su entorno natural, social y arquitectonico) es un lugar no solo de aprendizaje, si no que de encuentro social, político e intelectual, como las ciudades de Ortega y Gasset.
Me pregunto que será cuando ya no pueda darme el tiempo para impreganarme de esa vitalidad que tiene FAU. De ese diseño vivo, esa arquitectura crítica y esa geografía social diversa y vanguardista. Creo que es uno de mis lugares (universitarios y no universitarios) favoritos para la instrospección. Para un café, para escuchar a Montse tocar furtivamente el piano o reunirme con dirigentes a saber el estado de la Universidad. Pero creo que lo mejor es su gente y su vitalidad. Porque ese aire, esos colores hacen que pasar por allí te den ganas de hacer cosas, de no detenerte y de abordar desafíos más grandes y más complejos. Y creo que esa mágica vitalidad es lo mejor que tiene FAU.
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