enero 29, 2012

Las cosas que se terminan




Mi habitación era na verdadera locura. La tenia, por lo bajo, convertida en un cuchitril como alguna vez lo ha llamado Claudio. Ropa sucia y limpia sobre la alfombra, el piso recubierto en diarios, guías, documentos y revistas. Todo esparcido y acumulado, con los libros cubriendo el computador y las mochilas atiboradas de diferentes locuras, prendas y cuadernos.

Un desastre. Como mi cabeza en estas semanas.

Me puse a ordenar y a redescubrir las cosas de mi habitación. Partí por lo fácil: hacer la cama y poner a lavar y ahora, luego de 3 horas, veo como todo toma un sentido extraño, pero feliz. Necesario de configurar mi realidad.

De fondo suenan Gepe y Caribou.



Y las cosas se recontruyen también en mi cabeza. Creo que este mes pase solo unos 7 noches durmiendo en mi casa. No se si será bueno o malo, pero lo es y eso me hace sentir un profundo desarraigo.

Ahora, termino de gastar el Raid que me quedaba y de esparcir el polvo Tanax que aún seguía en el tarro. Sacar el polvo con el trapo que restaba y presionar un talco, que desesparadamente, expulsa mcho aire y poco polvo. Las cosas de mi casa se terminan, como mi carrera, que cada vez le quedan menos clases.


Y saco el polvo de mi habitación, lo que permite que aunque piense demasiado en Angel, Daniel, Amaru, Tamara, Gonzalo o Edith, logre poder quitar las telarañas de mi mente y ver todo algo más claro.  

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