febrero 02, 2011

La noche en tintes de nostalgia

El sábado luego del cumpleaños de la Prof. Edith y de acompañar por Av. Las tranqueras a la Prof. Rosa Paulsen a la micro fui a dejar dos regalos de cumpleaños: A Camilo y a Patricio. Cuando llegue a casa de Camilo en Apolo 1 y supe que este andaba de vacaciones deje el regalo rápido. Aunque tuve la necesidad de pasar y preguntar en la casa de al lado por Cabezón Ulloa o darme una vuelta y tratar de recordar la dirección de Afro. Resisti mis impulsos saludadores en la noche de sábado, sin saber que sería por primera vez.

Con eso comenzo un viaje a mis recuerdos escolares, no solo los de la media, si no que a las profundidades de las anecdotas escolares: Cuando en septimo me queria (verdaderamente) morir por que en mi curso me rechazaban, cuando colabore con el Centro de Alumnos de "los grandes" cuando estaba en quinto básico - lo que llevo a un par de peleas con mis compañeros: Germán, Martina, Consuelo -, cuando iba al kiosko rojo a pedir fiado para pagar luego de algunas semanas llegando a casa, ya que los dueños del Kiosko, la señora Elisa y don Sergio vivian en la casa detrás de la mia. Recordaba mientras caminaba entre las calles pequeñas y cortas entre Padre Hurtado y Geronimo de Alderete. Recorde también la Toma del colegio, lo que paso antes, durante y después y esas consecuencias que hasta hoy son concretas, recorde la sala de primero medio con la Profe Maritza (QEPD), cuando corría con Camilo, Felipe y Loreto jugando a los Power rangers en Primero básico, que en sexto habia un team digimon entre mis compañeros donde yo no era parte hasta que aparecio la segunda temporada y debi conformarme "con creerme" Coddy. Recorde el paseo a los cuerpos pintados justo cuando doblaba en Cleveland con Indiana y vino ese pensamiento a mi: Me acorde cuando entre cuarto y septimo básico mi mamá iba a observarme sin que yo supiera. Me entere en octavo de eso, por parte de mis compañeras.

Recordar que mi mamá estuvo al tanto de toda mi educación básica, tanto como para ir entre los recreos y hablar con mis profesores, observar como me llevaba con mis compañeros y pasar desapercibida es algo que de verdad debo valorar de ella. Y algo que aparecio en mi justo frente a la casa que me crie. Me tendí una encerrona emocional donde por un momento, todo mi alrededor me recordaba a ella.

Me sente en una de las piedras que da frente a la Casa de la Familia Pavez (Nico, Cristobal, Tamara) y cerre los ojos, solte unas lagrimas y respire. Espere que mi alma saliera del cuerpo un rato...



Al abrir los ojos puede enfocarme y recordar, tenia que darle un regalo a Patricio que el 23 cumplio 23. Me limpie las lagrimas y fui a la puerta. grite como hace unos 18 años en su reja llamandolo y diciendo ¡Alo! salio su hermana que por mi barba no me reconocio... Es más, nunca la vi mucho así que supongo que ni idea que era yo. Salí rápido de allí y camine por inercia hasta el colegio por esas cuadras clásicas. 5 cuadras entre Reno 7722 y las Hualtatas 7440 que camine por 8 años. Más escenas vinieron a mi mente amedrentandome y cobijandome en los recuerdos simultaneamente. Por que el pasado pesa cuando el tiempo pasa como la tierra envece con las caricias del sol. Llegue frente al edificio que me albergo 14 años, divague en mi mente, volvi a dar vueltas por texas, por illinois, por washinton irving. Llame incluso a la Tapu quien estaba molida por su mudanza. Llame a la Paula para saber si andaba con Gonzalo y no. Llame a Gonzalo solo para saber que tenia su celular apagado.

Pase frente a la casa de la Cote Bunneder, de Verito, de Jorge y de Chaya. Camine por el pasaje de la tía de Hernán y recorri de la Shell hasta frente el Teclados. Esas noches así suceden de cuando en vez pense, suceden cuando me pongo a caminar solo por vitacura y dejo el tiempo sobre mi cabeza caer. El dinamismo de un columpio fue lo único que logro calmar mi espiritu atribulado. El cielo estrellado y tararear chiptunes en mi cabeza fueron totalmente efectivos para tranquilizarme.



Luego de esto intente partir, volver a casa... Camine hacia Los Cobres de vitacura, pero el designio de mi pasado me impedia tomar la micro, la nostagia me tenía profundamente invadido y luego de caminarme la Rotonda Irene Frei logre tomar una 405. A medida que avanzaba la micro, la nostagia se fue superando...

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