Alejarme de mi mismo 1

El útimo domingo del año me fui de expedición, desde San Carlos de Apoquindo hasta Carlos Cassanova, en la Reina. No lo hice por el transantiago o por las urbanizadas calles que conectan la zona, fue por el cerro, con Coyaique a través de caminos que se nos cruzaban, alcanzando altos puntos desde donde podía observar gran parte de la ciudad. Las sensaciones allí percibidas no las sentia desde mi vuelta del viaje al sur, las vacaciones anteriores.

También con Coyaique desde comenzado el octavo semestre se nos metio la idea de hacer la practica este verano, para que esperar el egreso, si con la licenciatura (final de cuarto) ya nos dejaban hacerla. 320 horas para estar sirviendo en otro lugar. En mi entrada anterior, ya les conte los motivos pragmáticos por los cuales quise realizar mi practica, pero aún no explico por que hacerla en Rancagua, en una ciudad que no me pertenece ni pertenezco...

Rancagua fue el lugar más lejano que pude conseguir (con buenas condiciones) para hacer la practica. Esta idea de irme lejos (tanto que queria irme a Punta Arenas, donde ahora hay toda una revolución ciudadana por una injustificable alza del gas, pero que no salio nada conveniente) la tengo desde las primeras conversaciones con Coyaique, lo trate de convencer de viajar conmigo, pero no resulto ya que su familia se mudo a Santiago y aprovecho de regalonear, lo que es justo y necesario. Por mi parte, gracias a Silvana y por medio de algunos contactos llegue a Labser a laburar.

Pero ¿Hay algo más detrás de esto? Si, algo que comenta Nicolás (Copano) en su columna de ayer en publimetro, particularmente sobre ese espacio para estar solo. Queria alejarme de la gente. El año 2010 fue un año intenso en todo sentido, inagotable, extenuante y por cierto repleto de gente. Tanto que todos los días tenia alguna junta para tratar de dedicarle tiempo a quienes me lo solicitaban, los fines de semana más de 3 reuniones y conversaciones e incluso para el funeral de mi mamá hubo un momento que me fue más complejo hacerme el un momento para saludar a cada grupo de amigos que acompaño a mi hermano y a mi en la despedida de mamá que la situación en si, por muy destruido que estuviera, la diplomacia social de la situación me complico más ese 6 de Junio, día del funeral.

Necesitaba Necesito tiempo para ordenar mis ideas, mis metas, mis proyectos y mis ganas, sin repetir ni detenerme, por lo que salir de la ciudad para hacer la pracitica fue la mejor opción. Una salida elegante polícamente y efectiva para darme tiempo para leer, escuchar los pajaros, caminar y dormir, que son cosas que mi ya reconocida agitada vida no me dejaba hacer bien.

La practica ha sido también un periodo de aprendizaje, y lo seguirá siendo. Aunque es sedentaria y monotona, tiene desafíos que no habia afrontado antes y me permitirá disernir si quiero o no dedicarme, finalmente, a ejercer la profesión de químico en el futuro cosa que aunque llevo cuatro años estudiando, no tengo decidida Esta y otras cuestiones me he podido hacer el tiempo de pensar.

También, necesito pensar como solucionar un par de faltas graves que he cometido con gente que quiero, amigos fundamentales con los cuales a final de año un par de cagadas me mande, principalmente por no dedicarles un momento cuando debía, a diferencia de ellos que sin rechistar estan en cuanto de los pido. Todo por que mi ideal mundo de tiempo infinito colapso y debí compatibilizar las responsabilidades académicas, políticas y pedagógicas con proyectos nuevos y el cierre de etapas en reuniones innacabables y fortuitos lamentables. Sincronia que desincronizo mi armonía temporal, y por cierto, la animica.

Por eso era necesario escaparme de mi, de mi apabullante voz, de mi incasable quehacer, de mis acelerados comportamientos, de mi juvenil imagén, para respirar, por unas semanas, un aire distinto, como en el capitulo Anne de Buffy, el primero de la tercera temporada donde ella se va unas semanas a trabajar de camarera a otra ciudad escapando de todo lo que le rodea, algo así, solo que matizado por mi presencia en las redes sociales, una contradicción esperable en estos tiempos y que de a poco estoy tratando de disminuir.

Una nueva pregunta que nace entonces ¿Como me escapo de mi mismo si me llevo para todas partes? Y eso, esas acciones las cuales estoy realizando, conspirando contra mi propio personaje son las que narraré en una siguiente narrativa del asunto, pero ahora, debo volver a mis labores de practicante.