septiembre 16, 2014

Como conocí al Marciano

Hace casi un año, en un caluroso enero al igual que este, llame una noche a Maca para ir a verle. Ella me contesta que se juntará con dos amigos magallanicos e irían a beber algo al HBH, en Ñuñoa. Luego de un encuentro inicial en su departamento, fuimos junto a sus amigos a beber. Me pedí una cerveza dulce (nota del editor: está es la segunda mención a martín bebiendo alcohol, aún así, los futuros historiadores lo considerarán un mito). Pasado eso volví al departamento junto con Maca. Hablamos de varias cosas, entre mi meditabundo estado y una chulenga bastante risueña.

Al volver me percate (nuevamente, solo que la primera escena no debia hacer mención a este objeto) del peluche de Barney Stinson que tenía Macarena. Se lo habían regalado para los regalos de LODMEC. Hermosa sorpresa. Luego le pregunto ¿Quién es Barney Stinson? y ella, horrorizada me explica How I Meet Your Mother en unos 30 segundos. El resultado fue ver toda la primera temporada esa misma noche... y hacerme adicto a otra serie más. Momentos como ese me hacen pensar en cuantos son los contenidos mediales que consumimos... pero esa no es la historia.

En la serie, Ted, el protagonista vive las desventuras durante 9 años para relatar, a sus futuros hijos en 2030, como fue que conocío a su madre (en verdad, a su tía Robin, ups, Spoiler). Esta serie termino durante este año y una de las escenas que más me dejo impactado fue en el antepenultimo episodio, cuando Ted describe que le ha mantenido el ojo a varios de los personajes de su periodo entre los 27 y los 35 años. La escena es dinámica, clara y por sobre todo, emotiva.



De está escena me vino a la mente dos cosas. La primera es ¿Qué será del futuro de la gente que quiero?. La segunda es "Cuando uno quiere tener a alguien cerca, hace algo". Esto último he hecho durante este año, que ha sido por sobretodas las cosas un año muy distinto. Sin semestres académicos ni la responsabilidad de estudiar, pero si tener que generar recursos para vivir, las prioridades son otras y mis ritmos han sido muy muy diferentes a lo que había vivido en cualquier otra ocasión.

Las personas que tengo alrededor no son las mismas siempre. Hay varios que resultan encontrarse como personajes permanentes: Eduardo, Claudio, Tava, Javiera, Mauricio, Nicole, Seba. Hay otros que son recurrentes: Tamara, Amaru, Raúl, Matías, Luis, Daniel, Sara, Tomás. Hay algunos que son fundamentales pero poco vistos: Edith, Cecilia, Cyntia, Loreto, Richard, Jonás y Becky, Nadia y Daniel. Están también otros que aparecen por ciclos. Mi primera temporada del año se centro en Sustentabilidad con Claudia, Esteban, Benjamin, Yasmin, Alejandro, Camila y Catalina. La temporada intermedia incluye a Susi en el elenco estable, sumo a Matito, saco a Felo y redefinio varias cosas que debían esperar para ocurrir. Hoy mis redes son más diferentes de lo que habría imaginado a comienzo de año, pero a la vez más emocionantes también.

Lo cierto es que "Cuando uno quiere tener a alguien cerca, hace algo" y a veces esos algos pasan por dedicar un tiempo en saber como están. En mandar un mensaje matutino, un mail vespertino, un tuit espontaneo o un emoticón por alguna novel red social. Son gastar el saldo en actualizarte para saber en que están sus vidas. Es ser tu quien está ahí dispuesto a la aventura, el café, el paño de lagrimas o el festejo.

La otra pregunta me es mucho más compleja ¿Qué será del futuro de la gente que quiero? y esto me hace volver a un punto importante ¿En que momento esas personas se volvieron gente que quiero? ¿Cuando deje de ser Martín y pase a ser el marciano? Y ¿De que manera nuestras vidas estarán conectadas más adelante?. Conocer al marciano es una experiencia dinámica y compleja porque yo soy quien quiere que sea así, y que aunque provenga de hace un mes, un semestre, tres años o veinte años es parte de los relatos que me han hecho ser yo.

Conocer al marciano es una experiencia que personalmente me ha hecho leer(me) de manera externalista --> internalista, superponiendo mis propias auto-prejuicios a un actante en tercera persona que relata mis pasos e ideas. Se que lo conocí una mañana en los noventas en un aula fría, en una sala provisoria, leyendo a Eduardo Barrios en una clase del Mushroom Kingdom. Pero esa es otra historia.

Como también la historia del cierre del Biotopo y las cosas que debe(n) o no decirse antes de mandar la nave hasta el infinito. ¿Qué será del futuro de los futuros lectores del Biotopo?. Lo que les puedo decir,

"Hola, soy el Marciano y este es el blog de como viví mis 7 años en la Universidad y cuales fueron las consecuencias inmediatas de eso"


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