Hace mucho no escribía. Quizás porque mi vida estaba de verdad patas pa arriba. Aunque creo que patas pa arriba me queda corto, escueto, famelico ante lo que me ha tocado. Y escribirlo fue más fácil en un vómito digital en facebook que por aquí.
En las últimas semanas tuve una pelea y perdida de amigos muy grande, un computador en llamas, un celular desconfigurado, un congreso con cierto grado de tensión, una peregrinación nómade entre sillones y alfombras, el cierre de 8 cursos, comenzar a sentir algo que parece amor, otro par de discusiones muy tensas, el descartar una buena oferta laboral, pelear con la tesis, leer muchos artículos, quitarme las caries y otro par de aventuras (como conducir una bici 3,4 horas bajo el sol) que han hecho las primeras 5 semanas de mis 25 un tobogán de emociones que me tiene un poco, muy, demasiado chato.
Es que aunque vivir tiene todas esas cosas y yo me dedico a optimizar mi tiempo por el planeta haciendo más cosas que las que el tiempo de un día admite, que te pasen tantas cosas juntas te hace pensar en el karma y en tus demonios. Quizás, si lo tengo merecido por diversas actitudes mías y probablemente el inicio en está cascada karmica dio paso a un montón de cosas que se acumulaban en una represa vital que evitaba que todo lo que hice subir alguna vez me cayerá en la cabeza.
Pero así fue.
Lo que si. Una de las cosas, la primera, que tiene que ver con muchas más cosas después, tiene que ver con el propio demonio que puedo llegar a ser. Mis defectos en un espacio reducido se vislumbran directamente. Mis malas actitudes, omisiones, prejuicios son funcionales "por un martín por un rato" como me dijo Oscar. Y es la verdad. No soy de las personas con las cuales sea bueno pasar 3 meses en un mismo lugar.
Pero ya fue. Algunos me dicen que fue mala idea irme para allá. Yo creo que era una buena idea que salio mal. Y creo que gran responsabilidad es mía. Pero, comunicarse es clave cuando se convive con alguien, más aún en si es dueño del lugar. También, pensar en otro es algo complejo, más aún cuando lo haces pero no lo comunicas como "se espera". El tema de las expectativas fue un elemento clave aquí. Y mi abuso. Y mi mala disposición. Y mi patudez.
Mis demonios me devolvieron a mi vulnerable situación. Soy un tipo que aún no se titula (por más pronto que sea, aún no lo hago), sin una cama propía, que duerme en casas ajenas y pasa las noches escribiendo en una superficie que depende del electromagnétismo para existir. Todo lo demás son buenas intenciones y locas experiencias.
Mis demonios también azolaron mi tesis, dejando una brecha innecesaria con mi profesor guía. Mi desia, mi soberbia, mi falta de preocupación, mi desorden y mi incapacidad de enfocarme llevaron a hacer tambalear mi tesis en inumerables momentos. Y aunque, tampoco es 100% mi culpa, el 90 o 95% caen en mis hombros... El que ahora la tesis esté en periodo de corrección por la comisión ya no es un casi estar en la meta, si no que es un "Esto no se acaba, hasta que se acaba"... Dilatar las tesis las deja tanto crecer que luego se vuelven un demonio duro de vencer para uno solo.
Lo bueno, es que creo que estos días, tan tensos y agitados, tan dolorosos y enigmáticos me dejaron muchos aprendizajes. Y aunque no me siento bien luego de que mis propios demonios anduvieran sueltos, gracias a mis amigos puedo ir solucionando las diversas cosas y apuntar a continuar, con muchos aprendizajes para la vida.
Debo dejar un publico abrazo a Clou, Lex, Daniel, Andrés, Anakenna, Zaki y Carlitos; y a todos quienes que me dedicaron palabras de animo y cariño durante mi explosión de este mes. Lo que si, la vida es continuar. Al menos, mientras uno siga vivo los demonios seguirán intentando boicotearla, pero uno está para ponerse de pie después de cada caída, por más larga y pedregosa que haya sido, podemos partir de nuevo. :-)
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