junio 25, 2012

Benjamin Parravicini a un amigo


9 de Noviembre de ,1971 


Gran amigo; 



Me apresuro en contestar su carta del 30-10-71, recibida esta mañana. Mucho le agradezco todo-respeto a nuestro libro y le diré; ayer le envié otras notas interesantes, que le gustarán. 



Su consulta sobre el asunto de nuestro amigo, le diré: "Un ser superior jamás puede  de su alto plano" para desplazar a un alma de un cuerpo, por supuesto inferior a él, para usarlo en una misión que debe ser superior, y que bien mirado, dejaría por este  hecho de robar un cuerpo a un alma, de ser "misión superior", y también por el hecho criminal de dejar el espíritu desplazado marchando a la deriva en el espacio de oscuridad turbadora, que le llevaría fatalmente a la anulación. 



No es de Dios tal manera, ni lo autorizará jamás. El solo pensar irrita; es como si en la Tierra un rico robara a un pobre lo poco que tiene y que al rico nada podrá hacer con tal caudal y dejar abandonado al infeliz por los caminos destinándole a morir. No es de Dios la transmutación; en verdad veces hay que después de un accidente la "psiquis" del ser cambia, pero ello se debe a una afectación orgánica cerebral. Veces hay, que es para bien, pues aparece luego el accidentado con síntomas superiores (videncia, etc.), pero veces hay también que pierde luz, opaca todo o casi todo sentido, que le lleva a un estado demencial transitorio o bien definitivo. 





El cuerpo y el alma, juntados en destino por la mano de Dios es y será de Dios y sólo Él podrá disponer de él en su futuro; nunca el Alto permitirá ese trueque a nadie para realizar una obra, que Él puede realizar sin intervención extraña. La Divina mano castigará terriblemente al que intentare destruirle su obra y mandato. 



Si esto fuera posible. Dios hubiera desplazado a cualquier alma, para hacer nacer al Cristo, su hijo, entre los hombres. El necesitaba con urgencia colocarle sobre la Tierra y sin embargo, le hizo nacer del vientre de Madre. 



Esto da la pauta de lo que digo. En el tiempo no existe tiempo de apuro que justifique semejante anormalidad. 



Existe sí el mandato y el mandato debe cumplirse, porque Dios rige a sus hijos, les ordena, les entrega los escalones a trepar y les atiende hasta en el más mínimo detalle en su andar, cuidándoles y cuidando que se cumpla lo que Él dispuso. 



Las fuerzas contrarias, que arrastran al rebelde, al corrompido, al que desobedece y se aleja, esas fuerzas podrán sobre esos, pero temen tocar a los que Dios porta, porque temen su ira a tal punto que escapan desesperados al ver una cruz o al escuchar una oración. 



Yo tuve varios accidentes serios, estuve en grave estado de coma, en estado de delirio y ausencia, fui, sí se quiere, materia para ser trasmutado, pero yo debía proseguir mi misión, estaba defendido, como lo estamos todos, por nuestros ángeles guardianes, y por supuesto, no fui ni rozado. 



Si tal cosa me hubiera pasado, hubiera sido la anulación del Divino Poder del Señor. No, amigo mío, estamos, como dije, todos defendidos en nuestra ascensión hacia el plano de superación que nos aguarda. 



Como le dije; sí hemos llegado al lugar en que nos hallamos, fácil es ver, que desde que partimos caminamos en 
ascenso. ¿No es así?, basta observar lo andado para descubrir nuestra constante superación, 



Observamos al amigo, él sigue siendo el bueno y humilde de antes, superándose como todos. Si fuere "transmutación", ya lo variamos con cambios "bárbaros" inimaginables; un ser superior en su cuerpo, le haría hacer cosas incomprensibles, en este plano aún "tan poca cosa"; y ese ser desesperaría de su descenso buscado y sin causa. 



Hay que cuidarse de las revelaciones absurdas propias de "brujerías negras". En ese plano se admiten creencias tales, primero por el fanatismo reinante en ellos, ocasionados por seres oscuros, poco evolucionados y segundo por la ignorancia que tienen de nuestro Dios. 



Ellos tienen dioses, que le ayudan a caminar el "embrollo" en que viven, pero como esos dioses no son tales, sino son seres inferiores del bajo plano; son lúbricos, burlones, malos, y hasta perversos, que, llevan al odio, a la corrupción, al crimen y a la muerte. ¡Demasiados conocemos los brujos en sus teorías y tareas de regir campamentos primitivos! . 



Desgraciadamente, el mundo se va envolviendo en esa espesa confusión, desastre que existió en las caídas de toda civilización, confusión que no debe tomarnos bajo ningún concepto. Recuerde siempre: el ser dotado por el Alto - en misión determinada - debe con su ajustado sentido de exacto razonamiento, analizar hasta 
la pequeñez de lo recibido - yo así siempre lo hice y rechacé siempre lo dudoso, lo absurdo, lo estúpido e infantil - porque igualmente estos pequeños seres engañan y molestan con una constancia de no creer - y por ello se delatan ¡Tanto malo pulula!, además, yo nada de dudosa estructura dejo de consultar a "Fray José", él que, a veces me dice: "Analiza hijo como se te ha dicho, con tu seguro criterio - Yo solamente te diré; sí y no" y así sucede, y luego de haberlo yo dilucidado me agrega: "Hijo, bien lo has resuelto en verdad, con tu verdad - camina confiado en ti, debemos luchar con el derrumbe de la civilización actual". - . 



Cuando se vive en fe - pero en el fanatismo - el ser humano enccguese, pierde su ubicuidad - se sumerge en un ambiente oscurecido, y se entrega al mensaje burlón, cruel, destructor, que conduce a la locura, al crimen, y hasta el suicidio. 



Fray José dice: "Hasta el fanatismo en Dios es peligroso, porque se cae en la "beatez" que entrega al mal, al egoísmo, a la vituperación, a la envidia, etc. - por lo tanto debe escucharse la palabra santa y proseguir andando con el ajustado sentido común. 



Le diré: cientos de veces recibí mensajes dudosos, diciéndose ser "Fray José". 



Fray José les deja hacer para probarme, yo analizo, descubro - y les arrojo sin ira - pero con compasión. Ellos se retiran en vergüenza y a veces con improperios de la más baja ralea. 



Volviendo al tema del desalojo espiritual que como podrá ver no es así posible, se puede pensar en la reencarnación, hecho si que Dios permite otorgando el libre albedrío - para probar al que lo realiza y 
darle una lección. 



La reencarnación es un atraso espiritual del ser que le busca y logra puesto que permanecerá de nuevo en el plano que debió superar. 



En verdad es un "auto-castigo" - pues se nace en inferioridad a lo vivido y por último una cosa que olvidé: si nuestro amigo se salvó de su accidente "milagrosamente" es sólo por la mano de Dios - y no de un extraño ser, que si bien es tan superior como dice, no precisaba del humilde cuerpo de este muchacho bueno-'¿No le parece? Estas cosas me han hecho recordar un caso que tal vez venga a esta ocasión. Una noche fui invitado por un amigo a un "cocktail" íntimo. Asistí complacido y al rato de estar en su living - con invitados en grata 
conversación - escuché que en una pequeña sala contigua se producía una acalorada discusión entre varias personas. 



El dueño de casa aclaró entonces: son varios amigos fanatizados por los espiritas y están allí haciendo hablar a una mesa de tres patas. 



Como la disputa subiera de tono acudimos al lugar y encontramos a cuatro personas que gritaban en contra de un espíritu que según ellos dijeron - les quería convencer de que, uno de ellos no era hijo de su padre - porque él había sido "trasmutado". 



Yo entonces, experimenté un vivo deseo de desmentir semejante patraña, pero en el momento en que me proponía a decir lo que pensaba - la mesa escapó de las manos de los contertulios y ante el asom- 
bro general fue a estrellarse contra el muro de la habitación haciéndose trizas. Yo pasmado - sin alcanzarme a dar cuenta de lo que veía - recibí un invisible empellón que me hizo llegar al living - trastabillando - observando que lodos salían de la salita en idéntica forma. 



Uno de ellos cayó al piso y tendido vio a un diario desplegarse y pasar por debajo de él, de uno a otro costado sin arrugarse, ni doblarse, parecía una hoja de metal. 



Acto seguido se hizo sentir un ronquido que llevó a todos a escapar hasta la calle. 



Pasado el sofocón supe después por uno de ellos que me visitó que ellos pertenecían a un grupo afecto a semejantes reuniones y que él se sentía el día entero como tomado por alguien que le inducía a realizar actos "raros" que no aclaró. 



Al tiempo se suicidó - otro de ellos enloqueció - el año pasado falleció entre visiones. 



Sin más por hoy y con el apuro que experimento porque Usted comprenda y quede tranquilo por el amigo humilde y bueno que queremos - con saludos a la buena amiga "la joven de Leo", a los hijos, le abrazo cordialmente, esperando verle pronto por esta. 



Su af. amigo 



Pelón 

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