febrero 20, 2012

Santiago de Chile (Parte IV)


Llamo a 3d0 para decirle que voy en camino. Me voy escuchando Gepe, We Are Scientist, Caribou. Tomo el metro L2 y combino en los Heroes. Va lleno, debe de ser de los últimos. Me bajo en Pedro de Valdivia donde una 103 dobla justo cuando voy llegando al paradero. Un violinista toca en él y la batería del celular muere.

Llego donde Edo y su papá responde el citofono, me hacen pasar, el esta ya con piyama pero igual: Quedamos de que arreglaría mi mañoso celular D:! Se pone a pelear con él y yo me pongo a ver TV basura: South Park, American Dad, Padre de familia. Salto entre MTV, FX y Disney XD. También descubro el canal que pasa haciendo realities de comida y veo un capitulo donde los cabros chicos tienen que haber platos gourmet para quedar en la final. Mientras vemos esto me da hambre y Edo trae cabritas, y seguimos viendo TV Basura. Paso harto rato y a eso de las 2 Edo, cagado de sueño, vence a mi celular y logra instalarle la wea que tiene. Luego me comenta que no entiende como mis cosas tecnológicas se vuelven tan dificiles de manejar: Mis computadores, mi celular y yo somos cosas complejas concluyó. Debe ser algún campo magnético marciano que emito que brinda voluntad y consciencia a las cosas.

A las 2, cuando Edo me dice que estamos listos, me voy para que Edo pueda dormir bien. Le dejo mi celular sincronizándose y calibrándose.

Camino hasta mi casa en un Santiago solitario e iluminado. Me voy sin música. En cambio me voy pensando en el camino en diversas cosas: las citas que tuve el 2011, en diversas formas de ángeles, en reacciones nucleares, en el futuro, en las narraciones. Me meto entre callejones y pasajes, para explorar la ciudad.  Llego a mi casa a las cuatro am. Entro y me hago una sopa para uno y me como las galletas de “Había una vez” que hace una semana me regalo Paula. Ordeno algunas cosas y me duermo.

Abro los ojos. Miro la hora: Son las doce p.m. Del Lunes 20 de Febrero. Otra semana ha comenzado. Hoy no me moveré de mi cama hasta las 20 horas, “estoy en mis vacaciones” me digo. Y sigo durmiendo...

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