61

Este semestre están en juego 61 créditos, una cantidad ridícula de carga que tome en un semestre que la universidad me sorprendió adelantándome mi campaña al Senado Universitario ( que por suerte tenia gran parte de la pega adelantada), acompañando a mi mamá a una operación al cerebro cuando comenzaba el semestre y a mitad trajiendome una de las noticias más tristes de mi vida (la más triste hasta ahora): La muerte de mi madre...

Este semestre entonces he tenido una carga emocional de mierda, intensa, dura, áspera, fría que ha lapidado con mis fuerzas en todo sentido y que gracias al apoyo y cariño de esa gente que esperas y por cierto, de mucha que nunca imagine que llegaría en un momento así he podido salir ha flote y ya aprobar casi todos mis ramos, cosa que aún no entiendo como ha pasado, pero he podido hacerlo con los altibajos académicos de un estudiante universitario.

De estos sesenta y un créditos hay que sumarle unos 8 más equivalentes al tiempo que tenia que hacer cosas para la ayudantía (fueran pedidas o no que las hiciera) y que contribuyeron, de alguna manera significativa al aprendizaje de mis “ayudantados” en Historia de la Química y El grupo 6 de Química orgánica.

Ahora, estos créditos no han sido gratis, fueron haciendo muchas pruebas y tratando de rendir durmiendo mucho, dado que este semestre siento que los tres años anteriores han pasado su cuenta en cansancio y sueño acumulado. El Séptimo semestre traía también el ramo más difícil de la carrera: Fisicoquímica III, que orgullosamente puedo decir que aprobé, Polímeros y Electroquímica cierran un trío fisicoquímico que es de temer por la mayoría de los químicos y que logre pasar (aún no se como apareció un 5,7 en electro habiendo pasado menos de una semana de la muerte de mi mamá y yendo solo a la mitad de las clases, de verdad, fue una iluminada) Por otra parte Analítica III que estudiaba pero la Profe Baez igual encontraba incompletas o inexactas mis respuestas rajándome con muchos tres en sus preguntas y haciéndome dudar mi aprobación, que llego luego de una larga PRE.

Los electivos, todos especializados, sazonaban el semestre: El termino de la unidad de investigación electiva, el curso tutoría de polímeros y Tópicos de Fisicoquímica fueron ramos que siento que más aprendí este semestre. También esta cristalografía que iba casi sagradamente a Beaucheff a mis clases con la profe Garland y que deberé ir en Primavera a terminar la segunda parte del curso, estudiando las técnicas y realizando un análisis de mono cristal como examen, cosas pendientes por un viaje de la profe y una renovación del laboratorio. Mi último ramo electivo es Síntesis Orgánica que puedo decir que es el ramo que menos he asistido en la carrera. Eso se refleja en mis notas: un 2,8 y un 3,2 en las pruebas. PESIMO, pero que todos consideran normal dado lo que ya todos saben...

Aún así, como les conté hace algunos post, me siento bien, al menos lo suficiente para seguir, ya que el cansancio se recuperará durmiendo y la herida andando y contradiciendo los consejos de Edo, que es muy sabio, pero no siempre le haré caso, me dan las ganas de enfrentar el próximo semestre con ramos y no flaquear congelando o postergando cosas.

Ahora, este miércoles a las 14:30 doy mi PRE de síntesis y si logro saber y demostrar lo suficiente para obtener un 4,8 el ramo será historia, si no me iré a examen y no quiero, para tener una semana “completa” de descanso y poder explotar en paz. Luego de eso ya tengo visualizados mis cinco ramos del otro semestre. SI, cinco, ya que con todo lo que he adelantado, más las cosas que tengo planificadas, desde el próximo semestre mi acostumbrada malla de ocho ramos será historia y tendré sólo cinco estudios diferentes por semestre y eso me motiva muchísimo, además estaré en el Senado, cosa que me emociona mucho, pero que prefiero profundizar luego en otro post.

Y ahora, que viene, obtener mis 8 créditos faltantes este miércoles. Esforzarme para sacarme una muy alta nota y demostrar que se puede salir del hoyo que la vida me pone enfrente. Ya no es novedad que el Marciano tiene complejo de héroe y como buen héroe debe salir airoso de las batallas que enfrenta. No por mi beca, no por mi orgullo, ni por mi mamita, si no que por mi, por mis metas, por mis sueños y por las cosas que quiero hacer antes de que termine este periodo de la Universidad el miércoles obteniendo mi crédito 61 y terminando con mi séptimo semestre, el más complicado que he tenido en toda mi carrera y en toda mi vida.