Y ha pasado un mes. Un mes desde que mi mamá murió. Y aunque estoy un poco más tranquilo, las cosas han tomado algo más de calma y el tiempo ha puesto las cosas en su lugar aún quedan muchas cosas pendientes y sin respuesta.
Anoche fui a conversar con Francisco. Tome once con él y sus amigos Dustin y Manuel. Creo que llegamos todos a un mayor entendimiento. Kiko se irá a vivir con Dustin y su polola a otro lugar que no es el otrora depto de mi mamá en mapocho. Kiko va a seguir en el colegio hasta fin de año donde quiere cambiarse a un mejor colegio para rendir tercero y cuarto medio. Debo yo ver el tema de sus inasistencias a clases y buscarle colegio. Es mi pega como hermano mayor.
Luego fuimos a ver las cosas del departamento. Ya habían desarmado gran parte de las habitaciones y juntado muchas cosas en un costado. Me puse a limpiar y ordenar las cosas con Kiko: Las fotos, los regalos, los peluches, apuntes, documentos, cajas y muebles. Quedo mucho por ver pero fue bueno, quizás una de las mejores cosas que he hecho en este mes. Lloré mucho viendo las cosas, el dedo se metió en lo profundo de mi llaga, atravesó la cicatriz que cada finde se ha arrancado y que cada finde ha estado sangrando para luego recuperarse en los cinco días siguientes. Pero esta vez el dedo fue más lejos, entro en lo profundo de mi memoria, rompió las cápsulas de pus, estrujo las heridas y saco la sangre estancada en lo profundo de mi gran herida. Dejo así solo salir sangre, limpia y caliente. Sangre que me recuerda que estoy vivo, que me recuerda que mi mamá ahora esta mejor, mi hermano está mejor y por cierto, yo también estoy mejor.
Los misteriosos caminos de mi vida han traído con la muerte de mi madre nuevas claridades y bendiciones que me he negado a ver. Estoy rodeado de MUCHA gente la maravillosa que me quiere y se la ha jugado por mi de una u otra forma este mes, mi hermano tiene una estabilidad económica, material y asistencial insuperable y ahora, ahora esta con los amigos que quiere estar. Y mi mamá, mi mamá ya no sufre por no tener a mi hermano y a mi lejos de ella, por no poder hacer las cosas, por extrañar inconmesurablemente a mi abuela y por las peleas con mis tíos. Mi mamá obtuvo paz y eso es algo que ni yo ni Kiko podíamos darle y ella quería. Además, sinceramente, se ahorro un enorme sufrimiento con una metástasis profunda, su obesidad y su depresión. Ahora esta en una dimensión de felicidad. O eso es lo que quiero creer.
También esto había traído un remake mental de los peores episodios de mi vida con el colapso de mi realidad y de mi resiliencia hace 2 semanas. Estaba atormentado constantemente por imágenes lúgubres, frías. Pero ahora que el dedo entro en lo más profundo de mi llaga interna, de mi palpitante herida siento en realidad cual es el papel que han tenido esos episodios en mi vida, la de mi entorno y la de quienes la sufrieron conmigo.
Luego de sacar el dedo y darme cuenta que lo peor ya paso y que incluso sus consecuencias no son sólo negativas, de haber sentido un profundo afecto, cariño y entrega de muchos y de comenzar a dilucidar para donde va esta misteriosa ruta me paro frente a mi mismo y descubro, descubro que me siento mejor, al menos hoy y esto, esto no lo sentía hace un mes.
P.S: Igual, me quedaré yo en posesión de las fotos :D Así que podre purgar mi llaga cuando lo encuentre necesario ;D
Que bueno que estes pasando por ese proceso, es doloroso, pero es totalmente necesario y salubre para tu alma.
ResponderBorrarLos recuerdos son lo que son, no los subestimes ni lo magnifiques. Estas por salir de tu carrera y se te viene mucho bueno de vida Martín.
juntemonos, llamame si estas en JGM, ya no tengo mas clases, solo pruebas.
un besote de la bachigaby .. que no es tan bachi pero si que es gaby.