abril 11, 2010

Un poco de Francisco

A Francisco poco lo aguanto, poco lo pesco, poco le tomo el peso. Pero al final del día también es mi hermano. Kiko ahora esta viviendo solo y tiene un departamento entero para él, así y todo no es capaz de hacerse cargo como corresponde y eso me desespera.

He visto a Kiko estas semanas con mucha más frecuencia que los anteriores siete meses, reencontrarlo ha sido una verdadera alegría, pero también fue reencontrarme con sus mentiras, con sus falsedades, con sus torpezas e irresponsabilidades. Esas cosas vienen en el pack.

Así y todo, en el fondo lo quiero igual, aunque con el pelo corto como ahora parezca niño con cáncer entre lo pálido de su rostro, lo chueco de sus dedos, lo flaco que está por no (querer) comer. Su sonrisa es claramente cautivante y finalmente sé que no esta consumiendo ni drogas ni alcohol y esta compartiendo con un par de chicos esforzados y muy afectuosos del dpto 701 del edificio. Con ellos almuerza, ordenan las casas, juegan con un gato cojo llamado Teleton y salen junto a la hija de uno de estos cabros. Francisco, al final de cuentas no es un mal cabro. Y eso verdaderamente me alegra.

Lo que no me alegra es tener solo un poco de Francisco en mi conocimiento, muchas cosas de su pasado, incluso de cuando vivíamos juntos las sigue ocultando, y menos aún se de las cosas que ha hecho en su periodo como allegado de sus jefes. Hoy, por ejemplo, me entere que conoció Valdivia hace 3 veranos y solo hace 6 días conocí a los chicos con quienes comparte su tiempo libre desde que volvio al departamento de mi mamá luego del terremoto.

Ese poco de Francisco me desespera en lo profundo, me angustia, me inutiliza, me siento como un extraño en su entorno y eso me intranquiliza. Él teniendo (y sabiéndose) mi número y mi dirección (como he comprobado este mes) no me ubico en siete meses sin darme siquiera una idea del motivo de su desaparición. Ese poco de Francisco es como una sombra, como la que pena en el departamento 408 donde vive y que solo nos causa miedo cuando vemos su verdadera presencia. Me pone la piel de gallina las cosas que no se y que tal vez... o a lo mejor.... Y eso me, me, me, me deja con poco :(

2 comentarios:

  1. Complicado lo de tu hermano Fco. pero entendible.. no?
    Yo cuando me fui de mi casa también anduve perdido, busqué mantener una raya de lo personal y lo compartido.. y antes tampoco era muy distinto. Pero siempre hay pequeños indicios que te dicen si cuentan con vos para los momentos "cruciales", y esos son los más importantes.. los que te explicitan que en medio del caos podés ser una luz de calma en las aguas..

    Por lo demás, el número telefónico se lo saben ambos.. y si la necesidad es propia, no está nunca de más hinchar las bolas llamando para saber como está el otro...

    saludos !

    PauloChe_

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  2. Sobre lo del numero de telefono. El lo pierde o se lo roban o lo tiene apagado. El es inubivable de cualquier forma que no sea la presencial. Todo lo contrario a mi! XD Por eso debe ser mi hermano.

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el constructivismo utópico, la épica delirante

 Porque dejar que las cosas buenas se vayan. O quizás, es tiempo de regresar al texto. 

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