Quizas este terremoto (MIERDA LO DIJE!) y sus réplicas me han alejado de la vida digital que tanto me entretiene y me gusta, me tiene con suerte actualizando twitter y mermando parte de un lado de mi. Lo cierto es, que estas dos últimas semanas me he acercado mucho más a la gente, a lo que muchos denominan realidad. ¿Como fue esto? Conviertiendome en una especie de coordinador de piso del Voluntariado Fech del domingo al Viernes 5, y si, disculpen, tengo que reactivar mi tan odiada rutina para poder volver a producir los textos que me evocan tanto placer.
Todo comenzo el Domingo en la mañana, cuando ayude a la Sra Tatiana, la hermana de la Señora Luisa a cambiarse de casa. Turron me habia enviado la noche anterior un sms citandome a una reunión para planificar “como ayudar” luego de lo que paso y que NO quieren leer. Lo que partio como una reunión de planificación termino convirtiendose en una convención solidaria en la FECH, sin colores políticos (hasta el domingo siguiente, como una buena tregua) y con una enorme cantidad de voluntarios que no sabian como canalizar sus ganas de ayudar. Recuerdo que la misión de ese día fue recolectar pañales, útiles de aseo y frasadas para enviar junto a la Cruz Roja al sur. Todo bien hasta allí.
Lo que paso durante la semana fue lo impresionante, como se conviertio de manera muy efectiva y veloz nuestro improvisado centro de acopio en una central nacional de voluntariado, con jerarquías, cargos, organigramas y tareas y departamentos y metas diarias. Cual empresa. Esto fue fulminante. Simplemente quede ciego y me dedique junto a Jordi y Amiel a darle algo de coherencia al final de periodista Jose Carrasco Tapia. Con enojos, alegrias, frustaciones y muchisimo dolor de pie fue parte del área de voluntarios en un intrincado organigrama que funciono el reciente domingo. Mi jefe, un tal músico, que ahora conozco como Jose Reyes termino siendo casi tan loco como yo, ya que como vi hoy contiene más dosis de orden y sensatez de que las que a mi me tocaron al nacer.
El resto del equipo habitual fue Janice, quien pueden recordar de episodios anteriores de la temporada 2008 (XD), Nicolas, un chico con quien discrepo sobre la concepción de realismo en la política universitaria, Gaby, una hermosa y muy adorable Inapita capaz de sacrificar sus horas de sueño por sacar la pega; Vivi, la prima de la Tity (:O) de donde poco antes de ESO QUE NO DEBO NOMBRAR andaba celebrando en su cumpleaños. Vivi era quien movilizaba los automovilistas y abria la moción de belleza original ( ;) ) en el intrincado mundo voluntarios que abrio esta dimensión temporal. Amiel, militante humanista, silencioso y bueno para escuchar y observar, me encataría poder probar su sushi ya que es chef. Martita, Barbara y Matilde quienes conozco hace casi dos años y quienes son de toda mi confienza y cariño, cada una con sus cualidades. Finalmente la Cony, mechona FAU, Angelica, parte del CEPC, Tommy, de quien se más de lo que se imagina cualquiera, más aún ahora que pololea con la Maca y Edo (que se llama José pero le dicen edo por parecese a Edo del Show de Edo) Todos conformabamos con mayor frecuencia las locuras del área de voluntarios.
Sin contar las participaciones de la maraviwonderful Pancha, del bkn de Micky, del seco de Christopher, de la Tava, luego de la aterrada Cata Vargas (que andava por Talca para ESO), de Claudio y la Melu (que salvaron mi glicemia) de Mauricio, de Lais, de Felipe, de Sergio, de Javi Bravo y su aperradisima amiga, de Pablito (y los que luego fueron de él), La Frenshi y su hermano Fabrizio que hicieron e Triángulos y contribuyeron de sobremanera al proceso de voluntariado...
Ahora, que es un triángulo, un circulo y un cuadrado, como me relacionaba con los de las otras áreas y como mierda me saque esta cosa de encima y (intente) retomar mi clásica y macuquera vida son parte del siguiente cápitulo de esta mini-saga.
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