marzo 29, 2010

Caminando frente al Mar (¿Cómo vacaciona un marciano? Segmento A)

Puta que di jugo con mi viaje al sur el 2008 y el 2009 sin llegar más allá de Hospital. Es lo primero que debo decir. Este año logre salir más alla de las regiones vecinas a la metropolítana y poder abordar la aventura de conocer el Sur. ¿Como fue que termine viajando a la Decima región? Primero el ideal, ir hacia la región de Aysen por la carretera Austral; Luego la tentación de un aguado intento de viajar a Machu-Pichu junto a Aron. Finalmente gracias al maraviwonderful Twitter me pretendí enbarcar rumbo a Puerto Montt en compañía de dos personas que no habia pensado: Alexis y Tomás.



La meta: Recorrer 3 parques nacionales y cerca de ciudades en algo más de dos semanas. Y a pesar de que no logre ni la mitad planeada fue lo suficiente para sentir que la tarea fue superada en esta ocasión. Me embarque el 9 de Febrero hacia el Seno del Reloncaví, solo con Tomás y llegue el quince a Santiago luego de un accidente de viajero que impidio el continuar con lo planificado. Pero pa' que mentirme, mejor así, ya que fue lo justo y salio excelente. Alexis se nos iba a sumar el día del accidente en el pie de Tomás, por lo que le avisamos que no viajará. Pero para entender lo que paso en esos días de mochileo en las región de los Lagos, te recomiendo continuar la lectura de este periplo bien improvisado...






Llegamos con Tomás a Pto. Montt casi a la hora del almuerzo. La primera foto fue el cruce de Av. Salvador Allende con Andres Bello. Simplemente filosofico. Emprendimos camino por el borde urbano del seno del reloncaví, sacando fotos, caminando frente al mar. Almorzamos para celebrar el inicio del viaje en el pueblito Melipulli, me quede con ganas de regresar luego a comprar quesos con condimentos allí. Luego caminamos hasta Chinquihue acostumbrandonos a la carga de las mochilas y a tener un peso diferente sobre los hombros. Luego de un buen rato de vaivenes en los cerros de la zona vimos un muelle pequeño y tomamos camino a Isla Tenglo, nos fuimos conversando con una familia gringa que vivía alla.




Al llegar buscamos un lugar donde acampar, la tarde estaba deliciosa y el sol nos daba de la mejor forma. Instalamos la carpa en una pendiente y Tomás fue a buscar agua a la zona con casas: casas grandes, de gran patio, con madera hechas y que miran todas hacia el paso tenglo, una vista envidiable al subir por alguno de los caminos o recorrer la planicie de arena oscura que la bordea suavemente y que con marea alta es recubierta de verdes y delicadas algas. Tres clubes de yates se veían y ambos en algún momento nos dedicamos a recorrer el campo que habia sobre nuestra pendiente en que decidimos pernoctar... La noche llego y con ella la humedad. Presentí que la carpa se nos llovería, pero aguanto rudamernte y solo se humedecio (bastante) por fuera. Con la llegada del sol comenzó una fiesta de los 11 de Febrero: La Virgen de Lourdes. La playa circundada por anillos florales y la vieja y clásica iglesia decorada para la ocasión, conocimos a una señora muy esforzada y devota que vende material religioso y luego nos preparamos para salir. El viaje impedia largas estadias para conocer lo más posible.



Regresamos a Puerto Montt y caminamos rumbo a la autopista hacia Puerto Varas. No nos paraba nada, eramos una mierda como mochileros. Cuando el sol ya pegaba muy fuerte y la moral estaba cabizbaja decidimos tomar uno de los pequeños y morados buses que nos podían llevar hacia Puerto Varas. El viaje, como arlequín misterioso nos traía muchas sorpresas y aquí llego la primera: Al estar llegando me doy cuenta que estaba una pareja de mochileros allí de los cuales yo conocía a uno. Alejandro (Mickey, que sa-be) iba junto a su polola Andrea tambien hacia puerto varas. Con ellos aprovechamos de preguntar mucho sobre lo de mochilear y nos ayudaron a confirmar la ruta para el día. Ir a Ensenada y el Lago Todos los Santos en el Parque Vicente Pérez Rosales eran la mejor opción para nosotros. Nos bajamos y luego de caminar por el borde del Lago Llanquihue juntos nos separamos nuevamente en los grupos de viaje para hacer dedo y llegar antes del anochecer a Ensenada, la tierra de la Murta...


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