Suelo estar en divagaciones mientras camino por la ciudad. Dejo mi cabeza idear muchas cosas, proyectos ideales que pocas veces ocurren. Pero cuando ocurren son mágicos. Mi profe de Lenguaje de la media, Leonor Coloma, decía que una idea genial ocurre cuando logras hacer realidad totalmente algo que lograste visualizar previamente. Claramente, es algo complejo, por lo general fallan cosas y nuestras ideas resultan dificilmente perfectas.
Ocurre que de un tiempo a estar parte, como desde Octubre del año pasado cuando voy por estas divagaciones por la ciudad, ya no ocurren exclusivamente en caminatas de noches. Pasan un poco más de día, por que estoy trabajando sin un lugar fijo, porque me muevo en horarios más concurridos. Pero así y todo, estoy compensando mis tiempos de caminar bajo la luna, a caminar bajo el sol.
Lo que me parece màs inesperado de esto es que en mis caminatas por la ciudad suelo encontrarme o cruzarme con personas conocidas. Son encuentros no programados, pero agradables, sinceros y a veces sorprendentes. En calles, cruces, pasajes, callejones, pistas, filas, micros u otras más, cada vez son más frecuentes los encuentros con personas de mi pasado. Incluso, hasta llegar al extremo de encontrarme 25 personas durante mi recorrido por las torres del paine.
¿Acaso yo, un ñoño cientifico hiperventilado con tics pedí ser popular? No, yo no quería ser popular. Simplemente conozco mucha gente porque me meto en muchas actividades, porque siento que estoy aquí para hacer muchas cosas. Aún así, es extraño darte cuenta que en una semana te haz encontrado, fuera de sus lugares de estudio o trabajo, con unas 70 personas por el solo hecho de caminar. Quizás es también algo de la edad, o de que aún es verano y las personas que regresamos de nuestras vacaciones estamos aún con animos de actividades, encuentros y puestas al día que nos movemos por la ciudad en rutas conocidas. Quizás, las personas que he conocido han sido bien seleccionadas y comparto con ellas las rutas más lindas de la ciudad, el gusto por los cafés con mejor servicio o tal vez, simplemente tal vez, es inevitable que en este periodo de mi vida me encuentre con muchas personas.
Lo entretenido está en que durante el 2013 me sentí múltiples veces perdido. A través de un ex amigo sentí tomar rumbo a reencontrarme. A través de un intento de amor de primavera me sentí más vivo. A través de mi titulación me sentí más pleno, y a través de un viaje sentí como las decisiones que he tomado han sido las correctas (incluso, las cosas más egoístas y estúpidas que he hecho en mi pasado). Pero aún así no lograba encontrarme entre mis pasos, mi sombra, mi barba, mi mito, mis propias proyecciones vectoriales en multiples personas comunes...
Pero luego de un largo periodo caminando con solo una luz de la vela, incapaz de tener claridad de en que me estaba convirtiendo, está semana de muchos re-encuentros por las calles de Santiago me han permitido enfrentarme a lo que soy luego de 7 años, a tener que definirme en 3 minutos, a decir(me) si me siento feliz, pleno, completo, realizado, triste, ansioso, arrepentido, perturbado, enamorado, nostálgico, catartico, tranquilo, piola, expectante, nervioso, tenso, positivo, malvado, egoísta o suprimido. Y no, me siento hiperventilado, caminante y marciano.
Y me siento listo para nuevas aventuras. Para ir completando los textos de este blog, para tener un espacio propio para mi y al fin y al cabo, para enfocarme en nuevas grandes metas que como un caballo hagan resonar aún más mi pasos por la ciudad y me permitan encontrarme con más personas a la vuelta de una esquina.
Hay que seguir caminando, no frente a ti, no detrás de ti, sino, que a un costado de ti.
Hay que seguir caminando compañero, hasta encontrarnos con nuestros sueños hechos realidad.
Hay que seguir caminando, no frente a ti, no detrás de ti, sino, que a un costado de ti.
Hay que seguir caminando compañero, hasta encontrarnos con nuestros sueños hechos realidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario