agosto 04, 2013

Errar dos veces

Hay veces que la cagamos. Hacemos algo que está mal para alguien, o dejamos de hacer algo que nos comprometimos o se da por entendido. Estás cosas son tan frecuentes en la convivencia diaria como en lo laboral. Esta semana he hecho un montón de errores. 

- No llegue a una reunión (dos veces distintas) con la misma persona
- No avisé que no llegaría a casa (por distintos motivos)
- Respondí mal a mi Prof. Guía cuando él trataba de hacer que me emocionará con el final de mi tesis. Dos veces. 
- No envíe ciertos documentos en su plazo (ni en su plazo corregido)  para una actividad

Y esos son los errores de los que soy consciente y he tomado algunas acciones para remendarlos. Errar es parte del aprendizaje, como también de la vida. Dicen que los humanos son la única especie que se cae dos veces sobre la misma piedra. Yo creo que no, los marcianos lo hacemos también, y con mucha menor distancia temporal. 

Cuando hago las cosas mal (o no las hago), si me doy cuenta trato de hacer acciones para cambiar las cosas y enmendarlo. Para ser mejor. Un pequeño reportaje hablaba de como enfrentar discusiones de pareja. Al final, aunque no sean temas de igual intensidad emocional, pelear con los amigos (como menciona el articulo) tiene bastantes similitudes: No es un tema de pedir o no perdón, es un tema de entregar o no poder. Evitar usar el <tú> en la discusión es una posición que destacan. En mi caso, el problema es el <yo> y cuando lo mencionas, da la impresión que te victimizas, aunque no sea la intención. Las discusiones no deben de ser racionales, deben de ser intensas y emocionales. Con corazón, como dicen los estudios. Decir "lo siento" no significa nada si no se toman acciones, por más que uno verdaderamente se sienta mal por lo ocurrido. Dilatar las situaciones es lo peor. Lo he hecho con mi tesis y lo he hecho con Oscar. 

Al final, ambas cuestiones me tienen mal. 

Y cuando uno está mal, termina errando nuevamente. Edgar Morin indica que una de las cosas para las cuales tenemos que prepararnos en la vida es para enfrentar los errores. Cada error es un aprendizaje. La reflexión crítica de cada uno de ellos nos puede llevar a estadios mejores de estos. Pero los errores también son cosas que hieren a las personas. Y eso es lo más preocupante.

Pienso en personas que admiro (Aaron Swartz, Nicolás Copano. Oscar Jerez, Rosa Devés, Linus Pauling, Edgar Morin...) Y me digo, lo más probable es que nunca se equivocaron. Pero no, para ser tan grandes, uno tiene que haber cometido errores. ¿Pero cuan grandes han sido sus errores, si es que los hay? A veces uno se equivoca más de lo tolerable y aquí es donde comienza uno a estar a) más confundido; b) más ansioso; c) menos atento; d) más equivocado. ¿Como ellos enfrentarán sus errores? 

Solemos no hablar de nuestros errores, porque nos averguenzan, nos generan incomodidad y porque demuestran lo debiles que somos. El mismo articulo de La Tercera, indica que los hombres solemos tomar dos alternativas cuando tenemos un problema: huir o distanciarnos. Yo he recurrido a las dos, aunque esta semana solo a la primera. Corriendo logro dejar el problema en un plano que no se ve. Pero cuando vives con quien tienes el problema, este se vuelve una espina dolorosa. Enfrentarlo es la opción, pero cuando la otra parte no está dispuesta ni siquiera a mandarte a la cresta ¿Qué hacer? ... ¿Lo presionas hablandolé tú?; ¿Le das su espacio?; ¿Y si en realidad estás simplemente sobrando allí?. Esas son las preguntas que me he hecho este fin de semana...

Veamos como va con lo que sigue. :B

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