Metro linea 2, dirección
La Cisterna. Sentado en el piso. Audifonos, revista en mano y un niño
de unos 3 años me mira, apoyado en el hombro de su madre. Me sonrie
y le devuelvo la mirada y la sonrisa. Estación de transbordo. Se
llena con más gente pero no suficiente para que me quiera parar y
dejar de oscilar. Una niñita de 4 o menos años al lado mio con un
vestido color café. Ojazos verdes. Me comienza a tirar el pelo y
sonrerir. La dejo y me río suavemente. Su padre la mira
reprendiendolá por tocarme y le digo que solo quiere jugar. Me mira
con cara de “cabro loco chistoso” y giro mi cabeza cuando veo a
otro niño mirarme con cara de curiosidad. Como hipnotizado por mi
vibración. La niñita del pelo se baja y este chico no me para de
mirar. Sigo leyendo y miro de vuelta con un brusco movimiento de
cuello. El niño sonrie. Yo sonrio de nuevo. Es un buen día. Los
niños lo miran.
Debí haber sacado una
foto en estos momentos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario