agosto 30, 2012

Comisso


La familia Comisso es en la cual nací. Mi familia, inicialmente era compuesta por mi madre, en la cual flote durante 9 meses. De ser así, el día de mi fecundación coincide con la fecha de nacimiento de Patricio Youlton, mi primer amigo y vecino en la infancia. Recuerdo que cuando pequeño Pato me decia que era raro, que estaba loco, pero igual nos divertiamos en la plaza. Posteriormente llegaron Coke, Ditto, Ignacio, Esteban, Felipe, Nicolás y otros chicos más con quienes compartí mi infancia.

Volviendo para atrás, el día de mi nacimiento decidí enrollarme en pleno parto normal, impidiendolo y obligando a una cesaria para evitar mi muerte prematura. Solo tuve una hipoxia estrategicamente leve, lo que puede explicar porque soy tan raro.

Lo cierto es, que la familia Comisso guardó y guarda muchos secretos, cada vez más expandidos por el mundo. En la casa donde me crie no solo estaba mi mamá (y luego mi hermano) también vivía Guillermo. Hace poco recorde algo que me dijo una vez

“Yo estoy aquí para proteger el legado de tu familia, siempre ha sido así y luego así será”

Cuando yo tenia 3 años Don Guillermo fallecio. Fue la primera vez que me enfrente a la muerte de alguien cercano. Cuando Guillermo ya no estaba y mi mamá continuaba con la necesidad de trabajar, mi abuela Rosa se hizo cargo de mi. Ella me dijo muchas cosas en esos años, de la relación con mi hermano, de sus tres hijos (mi mamá y tíos) Rosy, Patty y Aldito. Y por cierto de su madre, su abuela y su bisabuela. En algún momento ella tuvo en su habitación los cuadros de las tres, pintados y antiguos. Ya no se donde estarán esos retratos de ellas, ni la foto de joven de mi abuela que se coloco cuando falleció en 1997.

Mi abuela era muy creyente (o al menos eso siempre me mostro a mi) todas las mañanas se sentaba en su cama -no se levantaba, era invalida/discapacitada- y colocaba su radio negra (otra reliquia extraviada en la materialidad) para escuchar sus viejas radios am. La luz entraba por la ventana filtrada por un parrón fructifero, pero ácido, que colmaba gran parte del patio. Ese lugar siempre fue enorme para mi, un patio que tenia 3 fases o etapas:

Una “entrada” por la cocina que terminaba en limonero, estrecha y llena de cajas y cosas. Daba la ventana de lo que fuera mi habitación hacia alla. Luego aparecia el cuarto pequeño, el que obligaba a doblar. Allí vivía Guillermo y luego de su muerte fue una especie de bodega ritual, que tenia aún cosas de él, escondían a los gatos y llenaban de cajas con arboles de pascua caducos y papeles y un pequeño baño del cual su aroma nunca se ha ido de mi nariz y que evoca mis sentimientos primeros hacia la humanidad. Al costado una zona abierta, algo seca con ladrillos y materiales de construcción sin destino. Así estuvo hasta que se coloco cemento, pero siempre fue perturbadamente vacio e iluminado, solitario y frío. Luego uno veía la “cupula” o protección donde estaba la virgen de la familia, que tenia siempre un rosario. Cuando tenia 4 comence a desarmarla, piedra por piedra. Termine a eso de los 6 con ayuda de mi hermano. Mi abuela le molesto mucho que yo sacará las piedras de la estructura, para solo dejarlas a un costado, tanto que mando a sacar la virgen y la puso en su habitación. Así, la figura blanca, celeste, triste y sangrante la miro compasivamente en el lecho de su muerte junto con un Cristo barbón, ancestral y desgastado que se quebro para un fuerte sismo cerca del año 2000. Y estaba el Olivo. Ese Olivo

La familia Comisso, que radico sus raices chilenas en esa casa inicialmente, tiene una caracteristica espiritual bien especial. Son(mos) los protectores de ciertos saberes de defensa y protección cuyo origen no es racionalmente humano. Su motor es el amor y la familia lo hereda de generación en generación. El costo (porque todo lo tiene) fue la cordura, por lo que la linea de sangre siempre ha tenido una debilidad mental para poder preservar con suficiente ahinco el secreto que le fue encomendado. Esta historia -que dificilmente se contará completa- comienza en las Catacumbas con el primer “Comisso” - cuyo verdadero apellido no se recuerda y que lleva a esta linea de Sangre - y se resguarda por Europa y posteriormente en America del Sur. Los Comisso supieron tempranamente que en “El granero del mundo” estaría su lugar para poder cumplir su tarea original: Proteger con su sabiduría astral a los cientos de miles que llegarán en busca de la paz cuando el momento lo amerite y tenebrosos sucesos comiencen a ocurrir.

Lo que no hay que dejar de lado es que los Comisso, como humanos, aunque fueran algo más elevados que el resto en su consciencia siempre han sido vigilados (quizás ahí radica el secreto de su protección) por entidades poderosas y secretas que les observan hasta el final de sus días o hasta que sea el momento de revelarse. A veces parecen personas normales y silvestres, otras ocasiones toman forma de animales domesticos o de particulares plantas o simplemente de sonidos especiales o movimientos casuales que confabulan en conjunto del Universo.

Un día en casa de Loreto – quien siento su molestia por dejarla verdaderamente postergada - me conto de su curso de Tarot de Marsella y calculo mi arcano ascendente. “Veitidos, que es igual a Cero” me dijo. Y luego vio que era el loco, el arcano que toda mi familia ha heredado de una u otra manera. Ya que al fin y al cabo, estamos todos locos...

Volviendo hacia el pasado, el año 1993, cuando por primera vez fui al colegio, en la tarde cuando llegue, mi abuela me toma en brazos y me dice “Martincito, pequeño martincito, tu viniste aquí porque algo tienes que hacer, algo que muchos hemos esperado y por eso nos tocaste aquí. Martincito aprende bien, que todo lo que aprendas nutrirá lo que ya sabes y podrás cumplir tu misión mejor. Haz todo desde el amor a las cosas, a las personas y a la naturaleza y no olvides mirar hacia el cielo, que desde ahí vienes y hacia allá partirás

Este año han pasado cosas extrañas, no solo en el mundo luego de un atribulado 2011. Si no que también en mi vida. Ciertas personas han aparecido con relatos sorprendentes, con sensaciones clave y con vínculos que van mucho más allá de lo temporal. Personas recuerdan mis dones, me dan datos de personas impresionantes con visiones de un mundo distinto, se me cruzan reminiscencias de la tierra y la tristeza de la gente y las cosas suelen parecer más grandes, más inmensas y más luminosas y las personas más completas, más diversas, más claras.

Son los tiempos del Marciano los que vienen, los del pequeño marte que enfrenta un gran marte, los de un destino irrevocable y los tiempos en que el olvido es olvidado para dar paso a la sapiencia.

Las cosas van tomando sentidos y mi misión se acerca...

Por último recuerde que mi familia pago con su cordura...

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