mayo 07, 2012

Las razones de mis lectores




"Siempre me ha costado creer en lo que escribes en tu blog. La primera vez, lo leí en 2010 y vi todo lo que llevabas escrito. Y me cuesta, me cuesta creer todo. En un momento llegué a pensar que era un experimento social o algo así. De algúnmodo me gusta, me gusta leerte, lo hago como lo hago con otros tres o cuatro blogs más. Cuando quise regalarte algo para tu cumpleaños, fue por eso, por compensar de alguna forma todas las veces que casi lloro, o quedaba colgado o me reía al leerte. Pero en fin, de 600 entradas, proyecto, faltando sólo 10 para ese número, que entendí un 50% y la otra mitad me cayó como una especie de sueño extraño en mi inconsciente. 



Pero volviendo a que me cuesta creer todo lo que dices, quiero que sepas que, no sé por qué, pero me siento afortunado o poco afortunado al mismo tiempo (cosa loca) de no haber tenido en mi vida ninguna experiencia fuerte como las que siempre te leo. A veces creo, tal vez de forma egoísta, que si yo no vivo cosas así de fuertes y que si no veo cosas raras o milagros como otras personas, es porque de alguna forma mi alma ya sabe que, tal como te lo comente alguna vez, yo no necesito de milagros, no necesito de sufrir, para darme cuenta sobre cómo actuar en la vida. Parece fortuna, pero vivir así es una lata. Pero, ¿sabes? Me di cuenta que si llegué así a este mundo, en ese plan de no necesitar de muchas experiencias para darme cuenta lo que son las cosas, es porque estoy aquí para entregar, para dar y para ayudar. Por eso no sigo el camino de mis compañeros y PIDO trabajar donde trabajo y con quienes trabajo. Y cuando me pediste venir a Chillán como regalo, pues lo vi como eso, como la oportunidad de sentir cerca lo que he leído de ti. Yo no lo pedí, creo firmemente en que algo confabula para que pasen las cosas. Y mis principios y convicciones me llevan a pensar en qué puedo hacer por la gente y en qué puedo hacer por ellos, por ti. Por eso te he dicho lo que te he dicho y te he hablado lo que te he hablado. Sé que no estoy solo, de alguna forma creo que tú y otros, yo y otros, somos una red de apoyo. Hay gente que no te quiere ver sufrir Martín, soy de ellos. Y a mi me tocó una vida hasta ahora muy plana, típica, sin problemas y con la claridad que tengo en mi mente. No necesito vivir algunas cosas, estoy aquí para dar.


 Cuesta en un mundo tan contaminado por el poder, el dinero y la gente idiotizada por eso mismo, entender que alguien quiere dar sin recibir NADA a cambio, NADA. Si necesitas algo, pídelo, no estás solo. Y si te pedí que me dijeras algo, dímelo, porque están actuando los principios que me tienen viviendo acá. En realidad, es algo que ya sé, por tu propio blog, sólo te pido que cuando quieras decírmelo directamente, lo hagas y entonces trataré de confirmar información contigo. Sé que descubriendo la verdad y enfrentándola, se ve la luz, y si duele, es porque la luz es fuerte y eso es bueno, porque no es oscuridad. Y en fin, si te digo todo esto, es porque nace de lo que has escrito y compartido con todos."

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

el constructivismo utópico, la épica delirante

 Porque dejar que las cosas buenas se vayan. O quizás, es tiempo de regresar al texto. 

Hackear el marciano

Hackear el marciano