Contacto

Todos necesitamos contacto, todos requerimos de alguien a quien entregar nuestros abrazos. El sábado cuando entrabamos al Metro Cal y Canto con Eduardo un cartel que sostenía una chica decía “Se regalan abrazos” A los que el tiernucho Eduardo sucumbió. Yo seguí, como siempre, en contacto con el aire. Eso si, el domingo me deshice regaloneando a mi hermano putativo, cosa que a él le pareció extraño, dado que no está acostumbrado a recibir cariño así. Es alguien más falto de afecto.

Mamá patty me hacia cariñito en mi cabeza, el nanai, como nadie sabe hacerlo. Tal vez ese cariñito es el que me enseño que el contacto entre las personas es algo que necesitamos para no sentirnos solos, como el que le entregue a mi mamá la noche antes de fallecer. Luego, sin contar los innumerables abrazos que recibí en Junio, solo Cata, Alicia y 3d0 han tenido otros contactos afectuosos, que me recuerdan que no estoy solo.

Es como la memoria muscular, como cuando aprendemos a andar en bicicleta o a teclear en un teclado, son habilidades que luego de aprenderlas están ahí. Lamentablemente nuestra sociedad no es muy asidua a manifestar sus sentimientos y por ello, es poco asidua a tocarse, a abrazarse, a quererse cada dia más. Me pregunto cuantos padres abrazarán a sus hijos todos los días o les darán el beso de las buenas noches sin importar su edad, dudo que más del quince por ciento de los padres y madres chilenas hagan estas cosas. Como dicen “esta bien ahí solo”...

Pienso, seriamente, que si fuéramos una sociedad más del contacto sincero y no de un abrazo solo con connotación sexual podríamos crecer más como personas todos, disfrutar más del día y ver la vida más alegre y por cierto ser más feliz. La próxima vez que me vea o veas a un amigo, un ser querido dale un abrazo silencioso y sorpresivo o un beso que quiebre la rutina en la que nos enajenamos. Te aseguro que dentro, muy dentro, te lo agradecerán