abril 25, 2010

Extraños acordes (del Jazz) que hacen resonar mi pasado

Este finde ha sido lento y parsimonioso, con un dejo de estar inamovible, con el sonido del Jazz de Jamie Cullum y sentado en sillones de otro tiempo. No he dejado a eotvos tranquilo, a menos que me ponga a estudiar. Twiteando y escribiendo, navegando por la red, leyendo y dandole sentido a estas 48 horas de calma. 



Al recorrer Facebook encontre un juego nuevo. "Hotel City" para compensarlo con el rudo "Mafia Wars" que llevo jugando desde comienzos de marzo. En este juego, como otros de zynga los amigos se autocolocan y uno no los tiene que buscar. Tengo 95 personas que juegan Hotel City entre mis más de 1400 amigos en Facebook. 

Mil cuatrocientas personas, almas, identidades, con cientos de historias cada una. Hay varios que veo a menudo como Tamara, Gonzalo, Javiera, Claudio, Sebastian, Martina o mis tíos. Otros con los que coexisto actualmente y que son escenciales como Vary, Jackeline, Barbara, Johanna, Sergio, Alejandra, Macarena, Karina, Natalia, Karla, Luis y Alicia. Un grupo grande esta con los fortuitos de la U como yerko, david, carlos, sofia, daniel y otro grupo estoy sabiendo constantemente de ellos en la red por twitter, facebook o sus blogs como carlitos, claudio, melinka, angy, Juan pablo, Paz, nacho e por supuesto que Chicorita ... 

Pero hay quienes me acuerdo en ciertos momentos, no siempre, por que lo dinámico de mi mundo solo me los hace reencontrarmelos cuando el encurbado destino lo quiere. Aldo, Angelo, Sergio, Cristian, Joaquín, Tity, Abogasi, Patricio e incluso los chicos de la Cochina y Mori aparecen como parentesis deliciosos de un buen pasado y de un presente que vivir en la improvisación. 
Cuando vuelve en mi la certeza de su existencia comienzo a pensar en que hicieron por mi, que favor les debo, que lección aprendi. Esas cosas que nos hacen ser nosotros.



Este finde he pensado en mis pasados y en sus multiples caminos, en como hemos divergido con muchas personas y convergido con las más inesperadas. Las cosas toman su justo medio cuando deben.

Me da algo de resquemor que últimamente este pasado aparece, y no solo uno (como podría ser el colegio) si no que todos a la vez. Esas cosas por las cuales didácticamente he separado las instancias de mi vida y que se quiebra cuando mi hermano va a mi facultad por propia voluntad o cuando yo no soy quien mantiene la amistad en estos momentos. Darme cuenta de que todos forman un solo conjunto me es dificil de asumir, quizas tal vez, por que tengo múltiples caras (o adaptaciones) de mi mismo para distintos contextos y no siempre son las figuras más congruentes las unas con las otras, y no siempre son los vertices los que no coaccionan. Simplemente es mi negación a ver complitud.

Un finde diferente, silencioso y permisivo en lo mental, en que me he dado cuenta que mi pasado está más presente que nunca estos días y que mis pasos preteritos brillan en mi memoria, como si los estuviera dando en este preciso momento.

Quizas son solo los efectos del Jazz...

2 comentarios:

  1. Anónimo27.4.10

    el miércoles ;)

    un abrazo gigante martín

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  2. El jazz es lo mejor... deberias escuchar el Free jazz =P.

    Saludos! =)

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el constructivismo utópico, la épica delirante

 Porque dejar que las cosas buenas se vayan. O quizás, es tiempo de regresar al texto. 

Hackear el marciano

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