La Muerte del Tiempo
¿Cuando iré a morir? ¿Cuantos momentos felices habré tenido? La única certeza es que voy a morir alguna vez. “Tendré una muerte” Todos tendremos una. ¿Cuantos momentos tristes habré llorado antes de ella? ¿Cuantas palabras habré escrito? ¿Cuantas caras habré visto? ¿Cuantos vocablos diferentes habrán salido de mis labios? ¿Como será el sonido de la muerte?
Ya hay cosas que no cambiaran. Tengo el cuerpo que me toco, la familia en que caí, las cosas que me han llegado. Aún así despierto cada día con la esperanza de ser más y de seguir, de ver el sol nuevamente, de leer de noche, de escuchar la música que me hace sentir alguien. De valorar las cosas por lo que son y no como son. De existir en los corazones de muchas buenas personas, con la esperanza de esquivar el olvido cuando llegue mi muerte. El olvido amargo y traicionero que nos anhela tras el manto grande que tiene. El borrar, como tantas palabras que han sido víctimas de mis gomas, como tantos trazos encubiertos por el corrector, las tachas incomprensibles o por gotas de alcohol sobre el papel.
Manchas es lo que somos, en el sideral e infinito universo que estamos encerrados, bajo las fuerzas fulminantes de trillones de billones de soles por todas partes, por materia que no es materia y que completa nuestro vacío fuera del planeta. ¿Cuantas nubes han pasado sobre nuestras cabezas sin que las veamos? ¿Cuantos moles de agua hemos compartido con el planeta? En un ciclo casual, lento e imperceptible que llamamos vivir, que transcurre siendo un milagro de normalidad que obstruimos con nuestros fríos prejuicios y donde los egos son murallas más peligrosa que cualquier asteroide, zombie, calendario, fecha o circunstancia.
¿Cuando iré a morir? ¿Cuando mi corazón dejará de palpitar? ¿Cuanto en mi cerebro no habrán siquiera ideas como las que escribo esta calurosa noche de enero en lo que hoy se puede llamar mi cuarto? ¿Que será después?...
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