enero 11, 2009

Relato desde un comienzo (Cuento)

(Esta semana trabaje en escribir esto, espero les guste)

Explosión. Nací y lo primero que fui es universo, grande y extenso, recorriendo millones de electrones, penetre millones de partículas, luego fui tan pequeño como lo mas pequeño, pero mas potente que cualquier idea humana. Mas tarde me reuní con otros, en vértices rotacionales, en revoluciones instantáneas en centenares de trillones de espacios por pico segundos, rodando, girando, observando el universo. Fueron mis tiempos más calidos y exergonicos. Allí conocí a otros como yo, otros los cuales estaban solos, pero que existían desde siempre y fueron conmigo universo, el destino decidió que me reuniese nuevamente con otros en el éxtasis infinito, pero en tiempos inconmensurables. Aprendí a querernos mas, me sentí noble, pero era el mas pequeño de los príncipes, yo ya lo sabia, había visto algunos mas grandes, unos casi 100 veces mas grandes y pesados que yo. Pero a mi no me importaban, era feliz como era, ya no necesitaba a nadie mas.

Viví entre las llamas mucho tiempo y cada vez aparecían más como yo, solitarios e indiferentes, pero cuando mi estrella empezó a hacerse más pequeña y más débil supe que quedaban pocos como los que yo fui en un principio. Me preocupe, me sentí amenazado ya que no habrían peones a los cuales mandar. Todos seriamos príncipes ermitaños y aislados. Fue allí cuando conocí a otro y en un ultimo y fugaz suspiro de mi hogar me reuní con el. Crecí y con ello mis habilidades, al instante Salí disparado con mi nueva presencia a la velocidad más alta de nuestro universo, rompí cualquier barrera y el tiempo dejo de ser para mí una preocupación. Tenía hambre, el crecer nos hace tener hambre no solo de comida sino de experiencia, pero no había tiempo, no hasta que choque.

Fue mi primer choque, este no era como yo, pero sacio mi apetito como una llave lo hace a una cerradura, me sentí estable y tranquilo, en equilibrio, yendo por el cosmos sin rumbo definido, vi tanto otros, millones mas. Fui polvo cósmico. Me sentía seguro con mi compañero de la mano, siendo solidario con el, convirtiéndonos mutuamente en complemento. Vimos muchas estrellas morir a la lejanía, expandirse, reventarse, disociarse en incontables fragmentos. Luego nos llamo.

Es complejo describir, una especie de divinidad quizás, un atractor inevitable, el punto es que yo y mi amigo debíamos ir hacia el. Nos atrajo con su encanto, nos hizo seguirlo elípticamente, tomar distancia de él, era mucho más grande y poderoso. Fuimos. Aquí fue cuando con mi amigo encontramos otros como nosotros, en ciclos alrededor de la fuerza, que cada vez era mayor y lentamente nos fue guiando por su sendero. Formamos una pequeña sociedad, una amistad. Pero yo solo me llevaba con los iguales a mi amigo y el solo con los semejantes a mí. La celda social no era muy extensa, pero cada día fue acumulando nuevos residentes. La divina fuerza es muy sabia, supo juntar a muchos como nosotros. Nuestra unidad fue cada vez mayor y fue así como empecé a ser visible. Ya sin hambre, pero sin ser de la realeza. Me gustaban mis amigos y mi compañero, me sentí resguardado y feliz. Luego llego el calor, cientos de fotones nos cruzaban, como cuando yo era muy joven cruzaba a los a esa altura viejos, pero yo aun no era viejo, me queda aun muchas cosas por vivir.

Nuestro cuerpo llego a ser cada vez mayor, inmenso navegante del infinito, surcábamos las ondas en dirección al atractor, pero parece que el radar fallo, o tal vez fue un atentado, de un momento a otro nuestro atractor fue otro, la trayectoria cambio y nos dirigíamos prestos a un aterrizaje forzoso, se desprendieron algunos de nuestros compañeros de viaje, el calor aumento, la presión fue mayor y deje de comportarme en esas condiciones como siempre, fui reactivo y enojado, no se que me paso, quería mas comida, mas amigos, lo deseaba todo para mi, ambicionaba ser un Dios, pero caí en el infierno. Ya nada fue lo mismo.

Primero fui tierra, una muy fértil y provechosa, espere mucho tiempo para ser capturado, fui mineral, esperando llegar a la fama y ser visto por ellos, seres de pentallones de partículas, los cuales escogían a los mejores – o los mas cercanos- para llevarlos nuevamente al cielo, eso creí yo durante mucho tiempo, los sentía cerca de mi desplazarse, eran mucho mas evolucionados y modernos, estructuras coordinadas con su propia actitud y color. A veces sueño con el infinito y viajar con mi compañero, el cual hace varias decenas de decenios que no he visto. Somos tantos y tan diversos que debo saber que jamás me volveré a encontrar con el mismo, quizás con otro igual a el, pero será otro. Es como desear reencontrase con el mismo electrón 2 veces, una vez que lo pierdes debes ser el mas afortunado entre los bienaventurados para reencontrártelo. Espere… Un día llegaron a mí y me uní a ellos, recomencé el viaje.

Fui nutriente, organelo, macromolécula, ADN, confeccione a mayores archeas, fui bacteria, volví a nutriente, viaje en la trama alimenticia tantas veces que me es difícil recordarlas, pertenecí a hipocampos, ranas, pinos, lombrices, tulipanes, conejos, mamuts, ligutrinas, libélulas, pulgones, hienas, aromos, margaritas y cuanta cosa viva apareció. Luego fui aire y me respiraban, me asaltaban de sorpresa y me devolvían custodiado por un negro, mas tarde regresaba a mi libertad, paranoico de ser recapturado. Tuve tantos compañeros como quieras imaginar, todos distintos, de gruñones y egoístas, a pacifistas desalmados, brujos meteorológicos y locos delirando ser dioses- como yo alguna vez -.Fueron tiempos dinámicos e inagotables, simplemente nunca he parado de trabajar desde aquel día que elegido fui. Entre todos escuche la aparición de un nuevo eslabón el la evolución, muy prometedor, en mi hogar todos espectaban llegar a ser parte de ellos.

A causa de eso busque un compañero digno de aventuras, era especial, tan especial que se hacia llamar o superior. Siempre lo recordare. Lo invite a hacernos agua, el dudo mucho, no le gustaba ser líder, ya que era mas lento y gordo que cualquiera de los iguales a mi. De todas formas finalmente acepto y nos dirigimos hacia el descomunal océano. Nos introducimos en el y esperamos, no paso mucho tiempo hasta que nos hicimos agua. En este estado experimente un ciclo de 400 años muchas veces, hasta que algo desvió mi camino, no era la misma fuerza que me canalizo hasta ese planeta, era sobrenatural, me convertí en trigo. El sol nos llegaba cada mañana y nos daban ganas de unir cada día más amigos al proyecto celular, no falto mucho para que fuésemos un trigo grande, fuerte y sano. Pero, como todo, llego un día en que nos arrancaron y la semilla de la vida quedo atrás, como cuando fui roca. Viví un imperceptible proceso, quizás por no estar vivo o tal vez por que he existido por tanto tiempo que no vale la pena detallarlo, solo recuerdo que los metales rodaron sobre mi. Llegue así al eslabón prometedor, como polvo blanquecino, luego horneado y consumido. Entre en el metabolismo de una maquina perfecta, sin fallas, salvo su propia conciencia.

Me toco el turno de ser humano, viaje por varias generaciones, a través de leche, o convertido en célula reproductora, me gustaba tanto que no quería salir de allí. Pero luego el humano empezó a hacer cosas cada vez menos naturales, tantas que deja cada día de ser humano. Decidí salir, me escape por su sangre y hallé la salida entre nubes toxicas de los gases que consumen. Luego salí y me uní a un par de chicos rudos, y juntos ahora soy ciudad, soy edificio y pertenezco a tu entorno. Pero por ello no dudes que te conozco, y que se de ti. He sido parte de ti, quizás más de una vez, sin que te importe, sin que te des cuenta. Te aseguro, no me cuesta nada volver a llegar a ti, eso si, mientras en lo que me demore, tu aun no has dejado de existir…

4 comentarios:

  1. Es complicado comentar un texto escrito en cuento cuando no se sabe lo que el escritor pensaba cuando escribía, o mas específicamente lo que intentaba transmitir; creo que ahí radica la gracia de estos tipos de textos, donde se es capaz de jugar con la interpretación, fantasía y por qué no, escribir una pizca de realidad disfrazada de metáfora.

    Confieso además que tu texto me resulta un tanto inspirador, creo que mi próximo texto tendrá un par de reflexiones o influencias de tu escrito.

    “no dudes que te conozco, y que se de ti. He sido parte de ti, quizás más de una vez, sin que te importe, sin que te des cuenta. Te aseguro, no me cuesta nada volver a llegar a ti, eso si, mientras en lo que me demore, tu aun no has dejado de existir…”, crees acaso que es necesario escribirte mi reflexión sobre un texto que de seguro ya sabes que diría??, como cité, me conoces lo suficiente para saber mis palabras...

    Saludos.

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  2. Tan compleja la situacion, mi padre y madre se amaron , mientras en el interior de mi madre fui el primero y nueve meses despues naci. ( y claro todo el entramado de formarme y diseñarme)

    Nos vemos, que estes bien.

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  3. Me encantó. Tu narrativa es super agradable, y la ciencia incluída en tus letras hacen una experiencia super rica leerte.

    Un abrazo compadre! Y te felicito, es un trabajo muuuy bueno!

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el constructivismo utópico, la épica delirante

 Porque dejar que las cosas buenas se vayan. O quizás, es tiempo de regresar al texto. 

Hackear el marciano

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