enero 02, 2008

Un nuevo amanecer

Cerremos los ojos un segundo y dejémonos besar por la realidad, cruda y sincera como la carne fresca o como lo son los golpes tras la ventana desconocida. Solo seamos por un instante ciegos de la mirada y cómplices con el oído, permitiendo que nos guié en lo profundo nuestro, oyendo el palpitar rítmico de nuestro músculo motor.


Oigo a lo lejos los niños reír, las palomas volar y los autos circular, siento en la piel la lana de mi chaleco y un bulto metálico en mi bolsillo, los talones algo molestos en las zapatillas nuevas y un poco sucio el cabello. Percibo a la distancia el sabor de unos choritos y la frescura de un limón recién cortado. Me dejo llevar por la oscuridad en mi interior para descubrir un mundo de sentimientos tras cada cosa, pequeñas memorias asociativas secretas e insensibles mientras no me reencuentre con el origen. El origen remoto y acogedor que desconozco, esa pregunta del ser, ese buscar, el sentido que no logro definir, simplemente hay vectores que por los indicios que el mundo me da recibo meras intuiciones de hacia donde van mis pasos, pues aunque ahora estoy sentado se que mi yo se mueve en la dimensión de las ideas, de las imágenes y del tiempo-espacio.


Ha llegado la hora de ver brillar mis ojos nuevamente con cada amanecer y de seguir sonriendo, pero ahora si es de verdad, del alma, por que regreso a lo que siempre he sido y mi realidad se vuelca nuevamente, esa sensibilidad tacita que desconozco en mi imparable rutina se vuelca hacia mi, me mira y la reconozco. Por que veo un mundo que grita auxilio y se que con mi profundo deseo puedo cambiarlo. No son las clásicas utopías por un mundo perfecto, sino que un mundo más feliz, más cariñoso, más cercano y más sincero donde las personas no se suiciden por depresión, el terrorismo no nos quite el sueño y las mascaras de la gente solo se usen en Noche de Brujas. Para ello creo estar aquí, para cambiar el mundo y hacer que la mirada de toda la humanidad tenga un nuevo brillo frente a la nueva realidad, la que nuestros ojos ocultan y que conocemos en lo abismante y secreto de nuestro propio interior.


¿Cuan interna esta respuesta? Pues decidí buscarla en la composición de las cosas, en la materia y energía del existir y dirigirla por las predicciones precisas permitidas por pensadores prudentes y prolijos. Por ello elegí la Química como carrera, como un herramienta para la vida, como una filosofía, por que se que en ella hallare algo mas que números y resultados, hallare como mejorar el mundo sustancialmente y la formula secreta de la felicidad. Como los antiguos alquimistas que osaban la eternidad buscare con las herramientas que he aprendido y aprenderé la llave para satisfacer una sociedad en decadencia que se emboba por la baja taza de interés y es indiferente al volar de las aves. El asombro es aquella capacidad que nos lleva mas allá de nuestros limites y recuperándola seremos capaces de conquistar el universo y compartirlo con quienes encontremos, si miramos dentro nuestro ignorando el miedo original, sabremos de donde venimos y acto seguido, hacia donde vamos. Que me dices, ¿Te unes ahora a mi causa de buscar un mundo mejor?

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