Coraje

Uno de mis hobbies favoritos durante el 2014 y durante este año es el ver Adventure Time. Esta serie ha sido de las pocas cosas que he comentado por aquí en estos poco productivos meses. ¿¨Porqué? Quizás por que en el divergente y loco mundo de Finn y Jake tengo la sensación que constantemente se enfrentan a grandes pruebas solo con coraje, así superando las cosas más inauditas, sacando su espada (algo que cada vez menos personas en este mundo saben maniobrar :( ) Y así abriendo nuevos caminos.

Fuera de la ficción, alguien que sin duda abrio nuevos caminos fue el químico nobelado en 2013 Andy Warshel quien desarrollo los elementos básicos para la programación y calculo teórico de enzimas en métodos computacionales. El se ha enfrentado a problemas químicos con más de 5000 átomos y ha salido victorioso, al reconocer en una estructura enzimática, que los elementos electrónicos relevantes están centrados en el sitio activo, pero que el entorno (con múltiples otras funciones) puede aproximarse por métodos de mecánica clásica. Sin duda, una arriesgada idea que ha permitido la existencia de la química computacional, a partir de que no le hace asco a ningún problema que se le presente. 

Un tercer ejemplo de coraje es Pedro Lemebel, escritor recientemente fallecido, que destaca por su estética disidente y altamente estereotipica de homosexual. Alguien que fue torturado por no solo pensar, si no ser distinto. Opción que mantuvo hasta el final de los días. Su coraje es sin duda un ejemplo que desperto mucho más que el movimiento homosexual en Chile en el regreso de la democracia, si no que también, la validación de la diversidad, de muchas maneras, como una manifestación de valentía, coraje y reivindicación.

Ir finalmente, por las cosas que uno cree enfrentando todos los riesgos es una clara muestra de coraje. Una valentía que quiero reivindicar y tratar de empoderarme. 

Durante el 2014, el año que no he escrito, me dedique a guiarme de ese loco coraje, por ser quien realmente quiero ser. Por empoderarme como un militante de izquierda en Revolución Democrática, nunca el más de izquierda, pero si, tratando de ser lo más consecuente posible (sin duda, he aprendido a valorizar la consecuencia de una manera enorme en los últimos meses). También con establecer una relación, algo que, sinceramente, hasta que Matías (de quien injustamente no he escrito teniendo ya 7 meses de aventuras y recorridos) apareció en mi vida. Y lo he hecho con escandalo, dejando fotos por todos lados, hablando de él con una naturalidad inusitada, sin medias tintas con las que trataba (y he tratado, en muchos textos) mis intereses emocionales y sexuales durante 25 años previos. Por eso hoy, quiero reivindicar el coraje como un valor en nuestras vidas, que nos impulsa a ser quien realmente queremos ser. A lanzarnos conscientes frente a los riesgos y caminando a través del fuego (citando a Buffy) nos lleva a encontrar cosas que nunca hubiesemos hecho por ese coraje.

Así que brindo (con leche!) por el coraje

Brindo por quienes somos diferentes

Brindo por enfrentarnos al mundo tal y como somos,

tal y como creemos debemos ser.