septiembre 12, 2011

Perrin


Hoy es el cumpleaños de Raúl, más conocido como Perrín y esto va dirigido a él. Ya hace 5 años que te conozco, como un tipo muy humano, consecuente y fiel, cosas que muy pocas personas tienen y que en ti son parte sustancial. 

Por ello, pensando en que regalarte, me acorde de unas historias de perros, que como tu, son capaces de dar la vida por lo que creen y de esperar hasta el final de ser necesario. Esa fidelidad a tus principios y a tu gente es la que cada día que pasa crece en ti. Y la que te hace diferente al resto. Espero nunca la cambies. 

Te dejo la historia de Canelo, para que la leas cuando tengas tiempo/ganas. 

Canelo” era el perro de un hombre que vivía en Cádiz a finales de los 80.Seguía a su dueño a todas partes y en todo momento. Este hombre anónimo vivía solo, por lo que el buen perro era su más leal amigo y único compañero.

Cada mañana se los podía ver caminando juntos por las calles de la ciudad cuando el buen hombre sacaba a pasear a su amigo. Una vez a la semana uno de esos paseos eran hacía el Hospital Puerta de Mar, ya que debido a complicaciones renales el hombre se sometía a tratamientos de diálisis.
Obviamente, como en un hospital no pueden entrar animales, él siempre dejaba a Canelo esperándolo en la puerta del mismo. El hombre salía de su diálisis, y juntos se dirigían a casa. Esa era una rutina que habían cumplido durante mucho tiempo.

Cierto día el hombre sufrió una complicación en medio de su tratamiento, los médicos no pudieron superarla y éste falleció en el hospital. Mientras tanto “Canelo” como siempre, seguía esperando la salida de su dueño tumbado junto a la puerta del centro de salud. Pero su dueño nunca salió.

El perro permaneció allí sentado, esperando durante 12 años. Ni el hambre ni la sed lo apartaron de la puerta. Día tras día, con frío, lluvia, viento o calor seguía acostado en la puerta del hospital esperando a su amigo para ir a casa. Los vecinos de la zona se percataron de la situación y sintieron la necesidad de cuidar al animal. Se turnaban para llevarle agua y comida, incluso lograron la devolución e indulto de Canelo una ocasión en que la perrera municipal se lo llevó para sacrificarlo.


Doce años, algo increíble,  se fue el tiempo que el noble animal pasó esperando fuera del hospital la salida de su amo. Nunca se aburrió ni se fue en busca de alimento, tampoco buscó una nueva familia. Sabía que su único amigo había entrado por esa puerta, y que él debería esperarlo para volver juntos a casa.

La espera se prolongó hasta el 9 de diciembre del 2002, en que Canelo murió atropellado en las afueras del hospital. La historia de Canelo fue muy conocida en toda la ciudad de Cádiz. El pueblo entero sintió su partida. El pueblo gaditano, en reconocimiento al cariño, dedicación y lealtad de Canelo puso su nombre a una calle y una placa en su honor."

Muy feliz cumpleaños Raúl. Que sea un año excelente este, donde la lucha continua y como siempre, tu perseversas en ella. Eres de esa gente que, como Canelo, con tu perseverancia y ejemplo cambias el mundo. Un abrazote Perrín y pasalo muy bien hoy.

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