"Motivados" y Proyección

Alguna vez alguien dijo que era un "motivado" una persona capaz de hacer muchas cosas, con ganas de construir un mundo mejor, un idealista, un chico que no para. Creo que aunque la cuerda se me haya quitado un poco, las ganas siguen y uno aperra igual, aunque la convicción no sea siempre entera ni las ganas sean las mismas, por que tiene "la convicción de estar haciendo lo correcto". Está frase, atribuible a Nicolás Grau y transmitida por Tava Vargas representa, en gran medida mi voluntad política. Uno no siempre sabe si piensa como sus compañeros (en realidad, pocas veces lo hace) ni cree que las cosas cambiaran porque es mágico y maravilloso todo, comprende que requiere trabajar, planificar, sacrificar, omitir... debe vivir la política.

Quizás, estos años que se me han pasado volando, no me había dado cuenta a lo que me motivaba y con respuestas simples satisfacia mis necesidades. Pero año a año, responsabilidad a responsabilidad, las respuestas debían ganar complejidad para ser suficientes y el trabajo se veía cada vez más complejo al sumarle la seguridad, los costos, las personas, los tiempos además de las ganas. La motivación fue pasando a un estado de razonamiento profundo y de servicio colectivo con intereses, metas, discrepancias y dogmas. 

Hoy tuve una reunión varios motivados de la facultad. Se que no son todos, a diferencia del 2007 los motivados no son monopolio y hay muchos motivados por "el peladero querido" pero también algunos mantienen una línea, gruesa y relevante de la representatividad. Cada año, al acercarse las elecciones uno busca entre los más cercanos, los que le tiene más confianza quienes pueden llevar la responsabilidad de representar y liderar la política en la facultad. Uno piensa en los pro, los contra, en los perfiles, las ganas y los proyectos tanto personales como colectivos. Todo en una maniobra, porque es una maniobra, de preservar el orden establecido, de hacer sustentable y útil la representatividad en la facultad. 

Este paro ha dispuesto de más motivados que nunca en mi experiencia universitaria, de muchas convicciones, de posiciones internas y profundas, de visiones grandes y estratégicas y de otras pequeñas y sesgadas. Todas ellas llevando de la mano cientos de motivados por las Tierras de Bello y conduciendo(nos) a misteriosos caminos. Caminos indestrañables e inesperados que aún no acaban y que luego de más de 10 semanas hay que comenzar a evaluar. 

Hay que saber poner a un vigía, hacer una pausa entre tanta revolución y repasar lo hecho. 

Esa pausa creo que fue la reunión de motivados de hoy, donde dibujamos el mundo con tizas imaginarias entre 10 personas y pusimos las cartas sobre la mesa en varios temas. Temas que creemos, que tenemos una convicción (en parte errada, en parte cierta) que solo a los motivados interesa. Creo que he ido aprendiendo lo suficiente para ponerme y ponernos ciertas chapas, como el pertenecer "a una izquierda" el "generar trabajo en colectivo" el ser "dirigente y no solo representante" son cosas que con el tiempo ya no me da miedo a afirmar. Pero que si me da miedo etiquetarlas en otros.

Quizás nunca me imagine que de puro motivado terminaría en Senador Universitario. No me arrepiento, me encanta y ya llevo la mitad del periodo. Pero creo que cuando vamos a sumar a alguien nuevo, que no se ha metido en este mundillo, mejor pensarlo dos veces. Muchas veces ando por el mundo queriendo tener más tiempo para estudiar, para leer de muchas cosas. Me hubiese gustado hacer más cursos durante mi carrera, profundizar, hacer investigación desde más pequeño... pero ya no fue y siento que desaproveche algunas cosas importantes por priorizar otras que me parecieron importantes. Quizás por eso me la pienso harto ahora, cuando, a diferencia de lo que pasaba en el colegio que tenía mi vida decidida para los próximos años (el ser universitario, el querer ser ayudante y disfrutar estudiando) Me cuesta, me cuesta mucho verme, incluso en un año plazo, ahora más que antes.

Me perturba, que luego de estás decisiones motivadas e indetenibles, me pregunte Alberto, Gustavo o inclusive Rodolfo si yo quiero ser político. De verdad quedo :O! Inclusive cuando afirman que mi motivación para hacer las cosas es subirme el ego (viendo una consecuencia de mi personalidad, como una causa de mis motivaciones)... Me perturba profunda y desesperadamente estar proyectando eso en las personas, desde no se cuando, ya que nunca ha sido una meta para mi salir a hacer carrera política.

Lo de ser académico es lo que mejor me parece, quizás por mi profundisima necesidad de hacer clases. Me fascina enseñar y aprender, el pararme adelante, el conversar del conocimiento, el intercambiar ideas y crear realidades desde la razón y la experimentación, desde la hipótesis y la problematización. Pero incluso así me complica verme con mayores cargos y, con más o menos broma, me dicen que me ven de Decano o de Rector en unos 30 años más... Y yo ni claro en que quiero hacer mi tesis de pregrado D: 

Y yo, con toda esta confusión, aconsejando a otro a comenzar el camino de la representación. Quizás debí haberlo pensado antes, decir las cosas así desde un comienzo, pero siempre falta experiencia. Lo cierto es que, para mi, esta vida que he forjado en la Universidad, que muchas veces parece prioritaria por sobre la académica, ha sido un largo camino de aprendizaje, conocimiento, amigos, experiencias y comunicación. Como dije hoy "El aprendizaje profundo" Ese que nos convierte en ciudadanos de la sociedad y nos constituye como entes críticos, propositivos y actualizados. Cosas que ningún libro me iba a enseñar si no lo hacía.

Pero, hoy creo que comienzo a retomar el camino inicial, y luego de muchas ideas, cuando me preguntaron "Martín, ¿Y que cargo te ves el próximo año?" Dije con toda convicción "Con el Senado acabo, el otro año debo titularme" Como nunca antes lo había asumido con tanta convicción... 

Estoy en la recta final de mi carrera y debo dirigir mi motivación para cumplir con mi meta. Aunque tenga mucho miedo de lo que viene, debo cumplir mi promesa. Estos cinco años que han pasado muy rápido. Quizás, demasiado.