octubre 26, 2014

Excelencia y Sorpresa

Esta semana fue muy intensa. Partí el lunes mega agripado, el martes con una de las clases más complejas que se me han ocurrido: Hacer que en "La Química: Ayer y hoy" hacer como segunda evaluación una feria científica completa, con material, presentaciones y experimentos. SIETE EXPERIMENTOS SIMULTANEOS. Y funciono gracias al agipado Alejandro y al motivadisimo Oliver, a toda la colaboración de Christian, Jackie y toda la confianza del Prof. Jorge. Una clase muy entretenida, con algunos problemas técnicos, pero que a pesar de su riesgo, funciono.

El miercoles fue Carl Sagan's Cosmos y Anakenna quienes nos acompañaron con Sebastián en CyT-EU para discutir tiempo, espacio y composición, cerrando el ciclo de ciencias del curso. El jueves tuve un mar de entregas en la UNAB y el viernes terminamos las clases participativas de Introducción a la Ecología con Benjamin. Temas apasionantes, sorprendentes y muy bien hechos.

El sábado fui con mis alumnos de Tecnología al Persa Bío-Bío en busca de evidencias de evolución tecnológica. Este ejercicio llevo conocerles más y discurrir sobre mis propios paradigmas de capital cultural y social (Bordieu, 1989).

Pero hoy domingo se llevo todos los premios docentes! En "El poder de la Ciencia" y por motivo de 100en1día Santiago 8 grupos presentaron hoy domingo intervenciones urbanas de ciencia/arte. Ejercicios de lo más creativos, diversos, dinámicos y entretenidos que llevaron a la ciudad todo lo que en el aula sucede. Amigos, familias y parejas les acompañaron en la preparación e instalación involucrando en la experiencia a todos. Con Claudio Omar y la seca de Nelida tuvimos recorridos de lo más sorprendentes en Barrio Italia, Parque Bustamente, Parque Forestal, Quinta Normal y Barrio Lastarria. De verdad E-XE-LEN-TES!

Y luego de una semana de tantas gratas sorpresas docentes me siento lleno de regocijo del trabajo que llevamos haciendo con mis compañeros, colegas y ayudantes <3  

octubre 22, 2014

Incertidumbre

Mucho me ha llamado la atención de que muchas personas sienten que tengo claro lo que hago. Y cada día que pasa, tengo menos claro todo lo que ocurre, realizo, quiero o busco...

Me encantaría saber para donde voy. Pero no lo se. Sinceramente no se ya si voy a una steetwear fair, a una conferencia de cultura científica, a hacer una clase o una discusión de contingencia política.

Desconozco si mis pasos me llevan a conectarme a un computador por horas a navegar, a trabajar o a un bus o un avión a caminar por calles que aún no he caminado y conversar con personas que solo veré una vez en mi vida.

Me es de completa ignorancia el contenido de varios de mis libros. A varios los he juzgado por la portada con mucho entusiasmo, pero las agujas del reloj no permiten que los termine y simplemente la dispersión de material partículado lleva polvo sobre sus hojas, oxidando sus aromas.

No se, de verdad no se, cuantos pasos más daré, cuantas series más veré o partidas narraré hacia lugares que misterios son. Es todo muy dinámico, complejo, dinámico de nuevo. Es como si este año, en que han pasado tantas cosas, me hubiese cuántizado lo suficiente para no tener idea hacia donde mirar, no porque no tenga opciones, si no porque los dos ojos no me alcanzan para determinar momento y lugar.

Es el problema de la medida, cuando miras, aparece y se determina. Es extraño como la ciencia nos condena a mundos posibles. Heiddeger estaría orgulloso de ver como vacilo entre tantas posibilidades, buscando el mejor de los mundos posibles.

Pero tras tantos pedaleos, borrones, saltos, gritos y reuniones, no se donde está. Estoy perdido en un gran laberinto de experiencias y ubicuidad. De realidades aumentadas y de dragones que solo existen como peluches.

Aunque la incertidumbre es algo con lo que vivimos/ he vivido constantemente, nunca he aprendido a vivir con ella como un agente activo. La omito, la miro de reojo, pero no la dejo llevarme ni tan libre, ni tan suelta. 

Anoche, cuando apague las velas de la torta me costo pedir mis tres deseos. Pero solo vinieron 3 palabras a mi mente... pero espero contarselas por otro medio en un año más. Mientras, seguiré poniendo cara de que se para donde voy, total, es una cuestión de actitud.




el constructivismo utópico, la épica delirante

 Porque dejar que las cosas buenas se vayan. O quizás, es tiempo de regresar al texto. 

Hackear el marciano

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